Proliferan viciosos y malvivientes ante la escasa presencia de cuerpos policiacos
La delincuencia crece y la inseguridad es cosa de todos los días en la colonia José María Morelos Norte, lugar donde mataron al comandante de la Policía Ministerial Candelario Bueno Valenzuela e hirieron a su compañero Iván Salas Salas.
Falta de alumbrado, pavimentación, baja presencia de cuerpos policiacos, viviendas en construcción utilizadas como guarida de padilleros, disturbios constantes por ebrios y drogadictos de otras colonias, vehículos que circulan con exceso de velocidad por la avenida principal, son algunos de los principales problemas que afronta la colonia.
En recorrido realizado por El Siglo de Durango y diálogo con vecinos del asentamiento, fue posible corroborar la situación de carencia de servicios. En cuanto a seguridad, a decir por los habitantes, se incrementaron los recorridos policiacos a partir de los hechos de sangre del miércoles pasado, en donde un comandante de la Ministerial murió y otro resultó herido.
Con más de diez años de su creación, el asentamiento está pavimentado y alumbrado sólo en la calle principal (Ricardo Vázquez); aunque las viviendas tienen electrificación, pocas tienen drenaje y agua potable, debido a la accidentada geografía del lugar y hasta hace no menos de tres meses introdujeron línea telefónica, que para muchos significa un lujo.
El transporte público pasa por el lugar hasta las 20:00 horas, después,sólo llega cuadras abajo y por más de seis calles hay que caminar para llegar a los domicilios. Los contrastes son evidentes, la avenida principal termina en el cerco de una zona residencial, donde las casas de madera, cartón y obra negra, se diferencian de las modernas viviendas.
La colonia, medianamente urbanizada, tiene una gran cantidad de lotes baldíos, viviendas en construcción e incluso abandonadas, pero que son aprovechadas por pandilleros para ingerir bebidas embriagantes o drogarse.
Una mujer, empleada de oficina, madre soltera de 26 años, prefirió mantenerse en el anonimato por temor a represalias, señalando que por las noches más vale a veces no salir a la calle. ?Sólo después de la muerte del agente fue cuando las unidades (policiacas) pasan más seguido?, dijo.
?Los fines de semana gente de fuera viene en sus vehículos y convierte la calle en cantina al aire libre, pero como los teléfonos público están calles abajo, no es posible contactar a las autoridades, por eso tenemos que soportar los gritos y la música hasta casi las 04:00 de la mañana?, dice la entrevistada.
Doña Mary, madre de tres hijos, señaló que desde hace casi seis meses dieron dinero para el alumbrado a la representante de la colonia (60 pesos por vivienda) y hasta la fecha no se ha concretado nada. ?El lugar es tranquilo, pero la oscuridad y la gente que viene de fuera para hacer desmanes lo ha convertido en un riesgo?.
?Son gente de la colonia López Portillo, La Virgen, de la Morga o de la Lázaro Cárdenas, que como ven el cerro y pocas casas, toman el lugar para su diversión, para hacer de las suyas, incluso hasta como baño público?, apuntó.
Botellas, envases rotos, bolsas de nylon con resistol cinco mil, incluso jeringas hipodérmicas se pueden encontrar por el cerro, dentro de una casa a mitad de construcción y atrás de un tanque regulador de Sideapa.
A una cuadra del lugar de la balacera donde murió el comandante policiaco, la señora Conchita, vecina del asentamiento, señaló que hace poco un taxista que dejó unos pasajeros hasta la colonia fue amagado con pistola por dos tipos quienes al ver que pidió auxilio se ocultaron en una vivienda abandonada, cuyo dueño al parecer es de un rancho y no se hace cargo de ella.
Señaló que por el lugar, según dice, los vecinos venden drogas, como el cristal y cocaína, por eso hay bastante gente que acude a comprar la sustancia y ahí mismo la consume.
?Todos saben que los mentados Díaz (presuntos homicidas del comandante Bueno Valenzuela) venden drogas y se creen los amos y señores de la colonia... ellos fueron los que ultimaron al ministerial, porque incluso el muchacho herido cuando pedía que lo ayudaran dijo que los Díaz habían sido....?.
Las carencias en el lugar no parecen tener para cuando solucionarse, mientras, los habitantes de la colonia se preguntan qué hace falta para que las autoridades municipales les pongan mayor atención, esperan que no sea otro hecho de sangre, ya que a partir de tal suceso empezaron a figurar en la vista de los funcionarios.
Participa la UCO en búsqueda de asesinos
La Unidad contra el Crimen Organizado (UCO) desde el miércoles por la tarde se incorporó a las investigaciones y detección de los presuntos homicidas del comandante, Candelario Bueno Valenzuela, ya que durante la noche y madrugada del día señalado realizaron recorridos de vigilancia a bordo de dos camionetas tipo panel, donde revisaban cuanto vehículo sospechoso detectaban.
Con vestimentas negras y los rostros cubiertos con pasamontañas, además de portar armas largas, peinaron varias colonias del lugar donde se presumía que aún estuvieran los miembros de la familia Díaz de la O, ya que su peligrosidad ameritaba su oportuna intervención.
