ENFERMEDAD CRÓNICA.
Se presentó el equipo nacional de fútbol en los Juegos Olímpicos de Atenas y el resultado nos debe dejar incómodos. Empatar un partido que tuvo todos los ingredientes para ganarse no puede menos que analizarse concienzudamente.
Para empezar, Malí resultó mucho menor como conjunto de lo que se esperaba; carece de forma táctica, planteamiento agresivo y si mucho me apuran, del fondo físico característico de los equipos africanos.
El ataque de Malí fué tan chato que tuvieron que transcurrir 27 minutos para que el arquero Jesús Corona tocara su primer balón y los pocos peligros creados por los morenazos fueron generados por errores en la salida de la zaga azteca.
Además, juegan con una antiquísima defensa en línea que es una invitación a entrar de atrás, con lanzamientos a la banda, que jamás fué aprovechado por los mediocampistas mexicanos que ubicaron a los de adelante constantemente en posición de fuera de lugar.
México no ganó porque no sabe anotar. Habrá que darle en eso la razón a Ricardo Antonio La Volpe.
Como diablos queremos contundencia, aplicación y experiencia en el ataque si los puestos claves en el fútbol mexicano están ocupado por extranjeros.
Esta enfermedad crónica de nuestro balompié puede ser la causa de que México quede eliminado en la Olimpiada.
A la falta de contundencia y de poder goleador hay que sumar dos factores:
La falta de determinación y redaños de los delanteros, y la poca imaginación de los jugadores de medio campo para intentar variedad en su accionar.
Dio la impresión de que Omar Bravo sigue empeñado en ser "omarcito" y a Rafa Márquez le pesa llamarse igual que el elegante zaguero que juega en el Barcelona.
Hubo jugadas donde, por cuidar el físico, no se fué con la convicción que hace falta para anotar, además de que el arquero africano los amedrentó con su físico de gorila.
El medio campo tuvo a un Zinha que no justificó su llamado al Tri, Israel López con algún trazo interesante y Luis Pérez que no existió. Con una defensa que juega en línea, el talento de este trío debió mostrarse con mas imaginación.
Los goleadores son una especie en extinción en el fútbol mexicano. Se fueron Hermosillo, Luis García, Ricardo Peláez y los calendarios alcanzaron al "matador" Hernández y a Cuauhtémoc Blanco.
La tabla de goleo la encabezan los Marioni, Cabañas, Silvera, Cardozo, Navia,"Chelito" Delgado y otros ilustres nombres pero generalmente no aparecen mexicanos.
México se defiende bien y los otros equipos del grupo, Grecia y Corea del Sur no mostraron armas que puedan hacer pensar en superioridad. Sin embargo, de continuar con la tendencia de no meterla, el Tri se puede ir de Grecia invicto y eliminado.
El equipo que no anota a lo mas que puede aspirar es a empatar.
Ojalá que en el siguiente encuentro se localice la red y podamos sumar puntos. La diferencia de goles en los torneos cortos, es fundamental.