MUEVE A RISA.
La verdad es que hoy amanecí de buen humor; pese a los pesares, el encuentro-desencuentro Fox-López Obrador, el asqueroso convenio entreguista de Pemex con su sindicato, la delincuencia desatada, la inseguridad rampante y tantos detalles para preocuparme, el buen talante me caracteriza.
Tanto, que me voy riendo solo y la gente que me mira se pregunta si estaré loco o nomás soy medio baboso. Lo cierto es que la comicidad involuntaria de los actores sociales y deportivos en nuestra comunidad son para tirarse al piso de risa.
Empiezo por el espinoso asunto de los festejos en el futbol mexicano. El único lugar del mundo donde se prohíbe el festejo gracioso de un gol es en nuestro país. La norma internacional indica que un jugador será amonestado si, al festejar un gol, incurre en burla, mofa, provocación o pérdida deliberada y excesiva de tiempo. Ninguna de estas circunstancias concurren en la celebración que hace Sebastián González, el famoso "Chamagol", con su gorrita, sin embargo los árbitros lo traen de la cola y le sacan tarjeta amarilla.
El pasado domingo, luego de anotarle a Pumas, Luciano Figueroa lució un ridículo gorro de marinerito y no fue amonestado, lo que hubiera significado su expulsión por doble amarilla y la subsecuente suspensión.
La explicación corrió a cargo de ese inefable cómico peruano llamado Arturo Yamazaki, quien declaró que como no llevaba el gorro consigo, no se debía amonestar al jugador cementero. Para llorar de risa.
Pero ahí no para la cosa; resulta que ahora el conjunto de la "casa de la risa" en que se ha convertido la Comisión de Árbitros señala que recibió un comunicado de FIFA autorizando el festejo del "Chamagol". La reflexión sería: ¿Se atrevieron los comisionados mexicanos a enviar una consulta tan estúpida a FIFA? Porque si lo hicieron, ya me puedo imaginar a Blatter y compañía hechos bolita en el suelo tirándose el pelo de la risa.
La verdad, qué manera de exhibirse.
Ahora que, si como yo creo, lo de la consulta fue puro cuento y el comunicado es un invento para salir del atolladero, me cuadra, pero no sean mentirosos.
Otra cuestión para la hilaridad fue la comparecencia de los medallistas olímpicos en la residencia oficial de Los Pinos.
De entrada, Belem Guerrero le cambió de nombre a la Primera Dama y la velocista Ana Gabriela Guevara sumó a los descalabros deportivos otros de carácter verbal.
Luego de su desafortunada declaración en torno a los deportistas paralímpicos, Ana apareció ahora como abogada de las autoridades deportivas.
Guevara pidió al Presidente Fox que tanto Nelson Vargas como Felipe "Tibio" Muñoz permanezcan al frente de sus respectivos organismos. La estampa pareció sacada de un álbum del recuerdo y Ana como vocera-acarreada de sus jefes inmediatos.
Alguien debe asesorar a Gaby pues sus dislates pueden dar al traste con su imagen más rápido que la peor derrota en la pista. Zapatero a tus zapatos.
Lo del América va mas allá de la risa. Es para llorar.