EL DIABLO VENDIENDO CRUCES.
Parece que por estos días el diablo, encarnación del mal, anda suelto, sobre todo por los rumbos de la capital del Estado de México.
Resulta que uno de los equipos más sólidos de los últimos tiempos, con una directiva seria y capaz, un director técnico confiable y exitoso y el mejor delantero kilo por kilo del futbol mexicano, ha entrado en conflicto.
El problema radica, fundamentalmente, en que nadie ha localizado el origen de la bronca, y como buen malentendido puede desembocar en la ruptura.
Ricardo Ferreti es un técnico trabajador, cuyo mayor mérito es el orden táctico y la disciplina que imbuye entre sus dirigidos, sin embargo, le gusta el esquema defensivo y sus equipos suelen jugar feo y no conectar con la tribuna.
Así le pasó con Chivas, pese a ser campeón, con Tigres y ahora con el cuadro choricero.
José Saturnino Cardozo es, además de un extraordinario jugador y un goleador letal, el líder indiscutible del equipo. Por ello, cualquier comentario del guaraní provoca mayor escozor que el del resto de sus compañeros, y en ese tenor, al manifestar públicamente su desacuerdo con la forma de jugar ordenada por Ferreti, el escándalo estaba garantizado.
Hasta ahí, a mi entender, era sencillo arreglar la casa, pues bastaba una declaración de "Tuca" explicando que José no alinea por lesión y del delantero aclarando que no tiene problemas con el entrenador para que todo quedara en paz.
Pero aparece el rumor de que hay interés en Japón por Cardozo, y la directiva, encabezada por Rafael Lebrija, manifiesta que dará todas las facilidades para que el goleador se vaya al final de la temporada.
El sábado pasado, previo al juego ante Puebla, se reparte en las tribunas del "Nemesio Díez" un cobarde panfleto donde se amenaza a los responsables del equipo si José Cardozo emigra, haciendo extensiva la advertencia incluso a sus familias.
Luego del partido, un descompuesto Ricardo Ferreti arremete contra la prensa, generalizando y con palabras de grueso calibre afirma estar dispuesto hasta a morir (estoy exagerando) para defender su honra. Creo que él también exageró.
En fin, que en la conferencia de prensa del martes nueve Lebrija, Ferreti y Cardozo fuman la pipa de la paz y se juran fidelidad y amor eterno, y ya para recoger micrófonos, el "Tuca" anuncia que, al término del campeonato se va del cuadro escarlata.
Entonces resulta que sí hay broncas en el seno de la institución, que nadie sabe quién hizo el anónimo, que no hay ningún interés del futbol japonés por el jugador al cual ni conocen y que Ferreti con poquito pinole se ahoga y decide tomar las de Villadiego antes que le cumplan aquello de ponerle en la torre.
El diablo vendiendo cruces, pues ahora resulta que todo fue un invento de la prensa.
Cardozo es un profesional, quiere jugar, y si la lesión lo permite, lo hará. Ferreti se irá, si es hombre de palabra y a Lebrija, creo, le quedan horas como directivo rojo.
Digo, si el diablo no mete la cola.
