AVISOS.
Cuando esta columna aparezca ya se habrán jugado todos los encuentros de ida en la Liguilla de nuestro futbol, pero hasta el momento sólo pude observar lo acontecido en el Atlante contra Toluca y el Pumas-Veracruz.
Lo primero a resaltar es la aparente superioridad de los clubes capitalinos en sus respectivos partidos, puesto que van a hacer la visita con marcadores que registran ventaja. De ninguna manera puede pensarse en algo definitivo o que el tanteador otorgue comodidad a los cuadros que tienen la obligación de cerrar afuera pero por supuesto que permite respirar hondo.
Atlante fue práctico y contundente, ya que no parece fácil hacerle cuatro tantos a la experimentada defensiva toluqueña y aunque dos goles de ventaja no parecen demasiado, el hecho es que los rojos al intentar remontar pueden caer en descuidos que abulten el marcador en contra.
Hugo León Guajardo marcó un polémico penal a favor de los azulgrana y eso motivó la queja del timonel escarlata, Ricardo "Tuca" Ferreti, además de la expulsión de Paulo da Silva.
Habría que avisarle al irascible técnico, que el juez se puede equivocar en una decisión pero no se vale cargarle toda la responsabilidad de la derrota. Toluca cometió errores imperdonables en la zaga y careció de la fuerza ofensiva a que nos tiene acostumbrados.
También hay que reconocer la gran actuación de Federico Vilar bajo los postes del cuadro capitalino, pues sacó balones con etiqueta de gol.
El partido entre el superlíder Veracruz y Pumas de la Universidad resultó intenso, rápido y por momentos, muy bien jugado.
El Tiburón no vino a especular y planteó una estrategia agresiva que puso en aprietos a la defensiva puma. Incluso estuvo cerca de empatar cuando el marcador se encontraba 1 por 0.
Sergio Bernal, como la Liguilla pasada en que Pumas fue campeón, fue factor para mantener su meta inviolada y amenaza con erigirse en el gran salvador de los auriazules.
Indiscutible, la figura del encuentro fue el boliviano Joaquín Botero, quien se despachó con dos goles, pero a este jugador también tendrían que avisarle que sigue en pie la prohibición de quitarse la playera al festejar un gol; al hacer su segunda anotación, el romperredes puma se hizo amonestar tontamente y ello motivó que al recibir una segunda amarilla se fuera expulsado y perdiera el encuentro de vuelta en el puerto jarocho.
La expulsión de Botero tiene características especiales que me permito comentar, ya dijimos que es una necedad de los jugadores festejar un gol a sabiendas de que serán amonestados, pero es un hecho que la expulsión se da porque Germán Arredondo no recuerda que ya lo tiene amonestado; tan es así, que le muestra el cartón amarillo y se voltea y es hasta que le protestan cuando saca la tarjeta roja.
A mi entender Botero no pretende hacer tiempo sino que es regresado por su cuerpo técnico pues se quiere hacer otro tipo de cambio. El error mental de Arredondo y la prepotencia de Sergio Silva, árbitro suplente, al no permitir modificar la tarjeta de cambio, originaron la expulsión del boliviano.
¡Ah!, y avísenle también a Hugo Sánchez, que le pagan por dirigir a Pumas, no al árbitro.
