Deportes Cristiano Ronaldo Selección Mexicana Mundial 2026 Liga MX selección nacional

Columna de Arturo Brizio

Arturo Brizio Carter

FALSA RECUPERACIÓN.

Ha recorrido el mundo la noticia de la aparente recuperación del astro argentino Diego Armando Maradona, tras una semana de informaciones contradictorias en que incluso se llegó a esperar lo peor.

La salud del “Diego” se ha visto quebrantada seriamente desde hace cuatro años, cuando en vísperas del Año Nuevo fue trasladado de emergencia y en estado agónico a un hospital en el balneario uruguayo de Punta del Este tras haber ingerido un verdadero licuado de alcohol, anfetaminas y cocaína.

El exceso ha marcado la vida del talentoso mediocampista que vio la primera luz en el marginal barrio de Villa Florito en Buenos Aires, hace 45 años y en ocasiones parece inexplicable que un hombre que se ha elevado por encima de sus contemporáneos, dejando atrás privaciones y miserias, vuelva al fango por no saber administrar la fama y la riqueza.

Quizá sea el barrio un tirano que impide que el hijo pródigo, aquel que pretendió encumbrarse, triunfe de manera definitiva obligándolo a volver a sus raíces.

Nadie puede discutir la tremenda calidad futbolística de Diego Armando, quien llenó el escaparate mundial con su magia generosa llevando a equipos de la nada a la popularidad, como ocurrió con Argentinos Juniors, de la mediocridad al campeonato en el caso del Nápoles, del amor a la idolatría cuando jugó con Boca Juniors y del letargo a la gloria con la selección argentina en el Mundial de 1986.

El problema de Maradona es que nunca pudo disociar al “Pelusa” de Maradona el estrella y eso motivó que jamás pudiera poner los pies en la tierra, creyendo que los cánticos de la hinchada que lo equiparaban con un dios eran ciertos. Falso, Diego es y ha sido simplemente un hombre, aun más, un pobre hombre que no llegó a tener más que dinero.

Ha sido probado todo aquello de lo que se le ha acusado; agresiones a periodistas, adicción a las drogas y al alcohol, paternidad irresponsable fuera de su matrimonio, travestismo, en fin, un verdadero estuche de monerías.

La cobertura mediática que se ha dado a la enfermedad del Diego parece exagerada. Si bien es cierto se trata de una notabilidad, pareciera que se hace apología de los vicios y excentricidades del ex futbolista.

Los cables hablan de una recuperación, yo creo que jamás la tendrá plenamente. Maradona permanece, según los doctores, con la vida pendiente de un hilo y me parece que hace mucho tiempo que está muerto en vida, prisionero de un cuerpo grotesco y abotagado y sumido en el peor de los infiernos como es la adicción a las drogas.

¡Pobre Maradona, no quisiera estar en su pellejo!

Hace mucho le mostró al mundo todo lo que tenía en las piernas pero hasta hoy nadie, ni él mismo, sabe lo que tiene en la cabeza.

En este sentido, llamaron la atención recientes declaraciones del mexicano Hugo Sánchez Márquez de que le producía tristeza el hecho de comprobar el cariño que el pueblo argentino siente por Maradona, quizá en alusión a lo mencionado por él muchas veces de que en nuestro país no se aquilata en su real medida lo hecho por el pentapichichi.

Creo que Hugo no debe preocuparse por eso pues su trayectoria intachable ya la quisiera el famoso “Pelusa”, además de que el pueblo argentino suele idolatrar mitos como Gardel, Evita, Monzón y ahora este personaje al que poco hay que imitarle.

Efectivamente, en México no se ha reconocido a cabalidad la trayectoria de Hugo pero como gente inteligente me imagino que preferirá el respeto a la idolatría enfermiza que algunos descerebrados le profesan a Maradona.

Leer más de Deportes

Escrito en:

Comentar esta noticia -

Noticias relacionadas

Siglo Plus

+ Más leídas de Deportes

LECTURAS ANTERIORES

Fotografías más vistas

Videos más vistos semana

Clasificados

ID: 85506

elsiglo.mx