Las escaramuzas en Ciudad Al Sadr estallaron cuando una partida de milicianos disparó contra una unidad de la Policía militar de EU.
07 de septiembre 2004.
Bagdad, (EFE).- Cerca de 40 personas han muerto en las últimas 24 horas y más de 190 han resultado heridas, en una serie de combates entablados en el barrio bagdadí de Ciudad Al Sadr entre tropas estadounidenses y milicianos fieles al clérigo radical shii Muqtada Al Sadr.
Los enfrentamientos cesaron este mediodía, pocas horas después de que un grupo de pistoleros atentara en la otra punta de la capital contra el Gobernador de Bagdad, Ali al-Haidri, quien salió ileso, y tres soldados estadounidenses murieran en varias emboscadas.
Según fuentes norteamericanas, las escaramuzas en Ciudad Al Sadr estallaron cuando una partida de milicianos disparó contra una unidad de la Policía militar estadounidense que hacía una de las rutinarias patrullas.
Los uniformados repelieron el ataque, pero uno de ellos resultó muerto, explicó el mando militar en Bagdad.
La versión de radicales shiies citados por canales de televisión árabes es completamente diferente, ya que aseguran que los enfrentamientos se desataron después de que los soldados irrumpieran en un edificio -al parecer una mezquita-, donde supuestamente se refugiaban milicianos.
La intensidad de los combates obligó a las tropas estadounidenses y la Policía iraquí a levantar un asedio y sellar los accesos a esta barriada del sureste, en la que viven más de dos millones de personas, la mayoría shiies desarrapados.
Helicópteros artillados y vehículos blindados se apostaron en las principales carreteras que conducen a la ciudad, en cuyas calles se elevaban columnas de humo y se escucharon tiroteos dispersos durante toda la mañana.
El médico Sabah Kazem, portavoz del Ministerio iraquí de Sanidad, confirmó a EFE que los combates concluyeron este mediodía, y que la Media Luna Roja pudo evacuar a varios heridos, 57 de los cuales han sido hospitalizados en varios centros con lesiones de diferente gravedad.
El funcionario agregó que varios soldados norteamericanos resultaron heridos en los enfrentamientos.
Ciudad al-Sadr, un empobrecido barrio donde malviven más de dos millones shiies, fue escenario diario de escaramuzas durante la insurrección que el religioso Muqtada Al Sadr agitó el pasado agosto en todas las localidades de mayoría Shiita, y en especial en la ciudad santa de Nayaf.
La calma había reinado en este arrabal de Bagdad desde que el pasado 26 de agosto el joven clérigo alcanzara un acuerdo para frenar la revuelta con el gran ayatola Ali Sistani, máxima autoridad religiosa shiita en Irak.
En el pacto, Muqtada Al Sadr se comprometía a desmantelar y desarmar el "Ejército del Mehdi", la milicia que controla y que tiene una importante número de efectivos fuertemente armados en Ciudad Al Sadr.
Los enfrentamientos en esta barriada coinciden con una oleada de ataques contra las fuerzas norteamericanas, la más sangrienta en el último mes.
En las últimas 48 horas, más de una decena de soldados de EU han perdido la vida en diferentes puntos de la capital en atentados contra convoyes con lanzagranadas e incluso con coches bomba.
Solo en las últimas doce horas, al menos tres soldados murieron en un par de ataques en áreas al oeste de Bagdad, anunció el Ejército norteamericano mediante sendos comunicados.
El primer atentado fue perpetrado "con un artefacto explosivo de fabricación casera, cerca de la capital", a última hora del lunes, precisó el mando en Bagdad.
Los otros dos militares fallecieron en un ataque similar esta misma mañana en los alrededores de la autopista del Aeropuerto Internacional de Bagdad.
Con estas bajas, asciende a 992 cifra de soldados estadounidenses que han muerto en Irak desde que en marzo de 2003 EU iniciara la invasión y posterior ocupación de este país.
Además, esta mañana, poco después de las 09.00 horas (05.00 GMT) varios desconocidos abrieron fuego contra el convoy de vehículos en el que viajaba el Gobernador de Bagdad, Ali al-Haidri, al que obligaron a detenerse.
En ese momento, hizo explosión una bomba escondida en la cuneta que destruyó dos automóviles, sin que la onda expansiva llegara a afectar al vehículo del funcionario, quien pudo escapar con vida.
Un civil iraquí perdió la vida en la explosión y otras dos mujeres resultaron heridas, aunque otras fuentes aseguran que los víctimas mortales fueron dos.
El Ejército norteamericano acordonó la zona, en el distrito de Al Adl, al oeste de Bagdad.
"Los hombres dispararon contra el coche que iba el primero hasta que lograron que se parara, entonces sonó una gran explosión. Eran por lo menos cuatro o diez", relató a EFE un joven iraquí cuyo coche resultó afectado por la explosión.