AGENCIAS
KINSHASA, CONGO.- Al menos setenta personas, milicianos y civiles, murieron en Mahagi, territorio fronterizo con Uganda en el noreste de la República Democrática de Congo (RDC), en un resurgimiento de la violencia entre tribus, confirmaron ayer fuentes eclesiásticas.
Los enfrentamientos forzaron a centenares de familias a huir de sus lugares de residencia y buscar protección en el seminario de Nzida y en las parroquias de Luma Y Ugodjo, lugares cercanos a Mahagi, según el obispo de Mahagui-Nioka.
Según la misma fuente, muchas personas cruzaron a Uganda para huir del pillaje y las matanzas que desde hace tres semanas ocurren en la convulsionada región de Ituri, en la que más de 50 mil personas, en su mayor parte civiles, han muerto en los últimos cuatro años.
Los combates comenzaron en Augba a mediados de junio entre el ala militar de la etnia “hema”, las Fuerzas Armadas del Pueblo Congoleño (FAPC), que lidera Jerome Kakvawuy, contra las del Frente Nacionalista Integracionista (FNI) de Floribert Ndjabu, militantes de la comunidad “lendu”, mayoritaria en la región.
A pesar de haberse alcanzado un armisticio en julio de 2003 entre los dos grupos armados y firmado un compromiso de no-agresión en enero pasado, el control de las minas de oro de la zona ha suscitado los nuevos enfrentamientos.
El obispo Utendi Tapa confirmó que las fuerzas de la Misión de la Organización de las Naciones Unidas para el Congo y las autoridades del Gobierno central solamente ejercen el control en Bunia, la capital provincial, mientras que el resto de la región de Ituri está en manos de las citadas dos facciones.
La rivalidad entre los “hema” y los “lendu”, que se remonta a muchos años atrás de disputas por el ganado y el territorio, creció al ser armadas las dos comunidades por los diferentes bandos que protagonizaron la guerra civil en la RDC, contienda que ha causado la muerte a más de 3.5 millones de personas.
Por otra parte, en Uganda un grupo de rebeldes atacó una población en el norte del país, matando a hachazos a 11 personas, entre ellas cuatro niños, dijo una fuente gubernamental ayer.
Al menos 20 miembros del Ejército de Resistencia del Señor atacaron la población de Apungi para obtener provisiones, dijo el administrador de distrito Peter Lochap.
Un bebé de seis meses se cuenta entre los muertos del sábado en ese distrito a 270 kilómetros al norte de la capital de Uganda, dijo Lochap.
El Ejército de Resistencia, que ha librado una lucha armada durante los últimos 18 años, no pudo ser consultado al respecto y el informe oficial no pudo ser confirmado de manera independiente.
Los rebeldes afirman combatir para derrocar al presidente Yoweri Museveni, pero suelen concentrar sus esfuerzos en los ataques contra civiles, robo de alimentos y el rapto de menores que son entrenados como soldados o siendo niñas terminan como concubinas.
La insurgencia ha dejado a más de 1.6 millones de personas sin hogar y ha generado el caso en el norte y nordeste de Uganda.