El presidente Hipólito Mejía ordenó la edificación de un parque en homenaje a las víctimas.
03 de junio 2004.
SANTO DOMINGO (Reuters).- El gobierno de República Dominicana anunció un ambicioso plan de reconstrucción en la localidad de Jimaní tras devastadoras inundaciones, consideradas el peor desastre natural en la historia del país.
En un consejo celebrado la noche del miércoles en el palacio de gobierno, el presidente Hipólito Mejía ordenó la edificación de cientos de viviendas y de un parque en homenaje a las víctimas, así como la reconstrucción de las calles.
El anuncio se produjo después de que el presidente electo, Leonel Fernández, visitara el miércoles la zona de la tragedia y prometiera un programa de reconstrucción tan pronto asuma el poder el próximo 16 de agosto.
Unos 400 cadáveres fueron rescatados y cerca de 300 personas continúan desaparecidas a causa de las inundaciones causadas por el desborde de un río que nace en el vecino Haití, y que el 24 de mayo arrasó cuatro barriadas pobres ubicadas en la periferia de Jimaní, a unos 300 kilómetros al sudoeste de Santo Domingo.
Luis González Fabra, portavoz del gobierno, dijo que hay 300 viviendas en construcción en la zona y que 50 de ellas serán inauguradas en los próximos veinte días. Agregó que esperan concluir el resto antes de la transferencia de poder.
Según el presidente del Centro de Operaciones de Emergencia, el vicealmirante Radhamés Lora Salcedo, un total de tres mil 112 viviendas fueron afectadas por las inundaciones, y 640 de estas resultaron totalmente arrasadas.
El gobierno no dio a conocer de inmediato el presupuesto del programa de reconstrucción, pero dijo que el país ha recibido ayudas en efectivo por 8.1 millones de pesos (192 mil dólares).
Dos aviones de Cubana de Aviación llegaron el miércoles a Santo Domingo repletos de alimentos, ropas, frazadas y medicinas enviadas por Cuba. Estados Unidos, España, Italia, la Unión Europea, Venezuela, Japón y Taiwán también han enviado ayuda.
Lora Salcedo dijo que se han recibido 150 toneladas de ropa, 300 toneladas de alimentos y 200 toneladas de agua para unos cinco mil damnificados.
