Hoy se decide si la evidencia contra England es considerada suficiente para que se le procese en un tribunal militar.
03 de agosto de 2004
Fort Bragg (EEUU), (EFE).- La soldado Lynndie England comparece hoy en una audiencia que decidirá si será sometida a corte marcial por su participación, documentada con fotografías, en los abusos de prisioneros iraquíes en la prisión de Abu Ghraib.
England, de 21 años, afronta 13 cargos que incluyen el abuso de detenidos y conducta indecente porque, según algunos informes, posó semidesnuda para fotografías en las que no aparecen iraquíes. La sentencia máxima que puede recibir es de 38 años de prisión.
England, vestida con uniforme de camuflaje, botas negras y boina, entró en la sala judicial momentos antes del inicio de la audiencia, sin mirar a las decenas de periodistas que se congregaron fuera.
England, de 21 años, fue acusada junto con otros seis reservistas del ejército estadounidense en un escándalo que provocó una disculpa del presidente George W. Bush, quien culpó a un pequeño grupo de soldados.
Seguía órdenes
La soldado ha dicho que siguió órdenes cuando posó para las fotos, entre las que se encuentra una donde apuntaba a los genitales de sus prisioneros, con un cigarrillo colgando de sus labios.
Esta audiencia en Fort Bragg, Carolina del Norte, será la primera oportunidad que tendrán los abogados de la soldado de argumentar que England cumplió órdenes cuando posó en las fotografías en las que se ve a iraquíes desnudos o humillados en la prisión de Abu Ghraib.
Por diversión, aseguran
Soldados estadounidenses que vejaron a prisioneros iraquíes en la cárcel Abu Ghraib de Bagdad lo hicieron por diversión, testificó un investigador militar el martes, al inicio de la audiencia judicial donde mostró a una mujer soldado fotografiada mientras sostenía a un iraquí con una correa.
El cabo Charles Graner, de 35 años y miembro de la misma unidad, también está acusado por los abusos y afronta, además, cargos de adulterio por su relación sexual con England en octubre.
La soldado, que está embarazada, es una de siete reservistas de la compañía 372 de la Policía Militar acusados por los abusos ocurridos a fines de 2003 en esa prisión iraquí. El cabo Jeremy Sivits ya se declaró culpable y recibió sentencia de un año de prisión.
Los abogados de England afirman que el padre de la criatura que espera su cliente es el cabo Graner.