José Antero Montes y José Medrano se niegan a declarar; Hilda Rocío dice
ser inocente.
EL SIGLO DE TORREÓN
GÓMEZ PALACIO, DGO.- “El Cactus” se negó a declarar y pidió la duplicidad del término Constitucional para aportar pruebas; “El Anter” también se negó a declarar, contestó una pregunta del Ministerio Público y no pidió duplicidad; Hilda Rocío sí declaró, contestó varias preguntas y sostiene su inocencia, no solicitó ampliación. Los tres presuntos responsables del homicidio de Jesús José Luévanos Valdez conocerán su situación jurídica el lunes 23 de agosto.
A las 10:35 horas, José Antero Montes Pámanes, alias “El Anter”, José Medrano Rendón, alias “El Cactus”, ambos de 19 años, estaban tras las rejas, en el Juzgado Segundo del ramo penal. Cinco minutos después inició la comparecencia de “El Cactus”.
Ante la ausencia de la defensora particular del inculpado, se nombró a la defensora de oficio. Mientras la secretaria escribiente tomaba los generales de José, el joven se recargaba en la barra de cemento, y cambiaba la posición de sus manos con frecuencia.
“El Cactus” tiene en sus manos dos hojas de máquina con un escrito, lo lee y lo enrolla, lo toma con las dos manos, nadie sabe qué tiene escrito. Antes de dar lectura a las testimoniales en su contra, llega al locutorio, Hilda Rocío Medrano Rendón de 24 años, quien de pie espera su turno para declarar.
La secretaria de Acuerdos da lectura a la declaración de Jesús Antonio Luna Vázquez, de 20 años, alias “El Tony”. “El Cactus” permanece atento, fija su mirada en la abogada y observa a la audiencia formada por el Ministerio Público adscrito, dos abogados defensores de “El Tony” y un familiar.
Las imputaciones
Entre lo más destacado de la citada declaración, Jesús Antonio asegura que el día del homicidio, estaban todos, incluyendo su amigo y compañero de trabajo, Marco Antonio Rodríguez González, de 21 años, en la casa de la víctima, ubicada en la calle Luis J. Garza 283 de la colonia Valle del Nazas, cuando llegó Luévanos Valdez y tocaba la reja muy fuerte para entrar.
Hilda Rocío era la anfitriona de la casa y les dijo que se metieran al baño, menos a su hermano, que el dueño se iba a retirar pronto. Al entrar a la vivienda, Jesús José reclamó a Rocío la tardanza y se molestó por la presencia de “El Cactus” en su casa, luego entró a un cuarto y vio gente en el baño, situación que lo molestó aún más y tomó su teléfono celular asegurando que iba a llamar a la policía.
Mientras tanto, Rocío preparaba una maleta y juntó a sus dos menores hijos de cuatro y seis años. “El Tony” dice que Jesús le decía a Rocío que tenían que hablar. Sobre la agresión, asegura que “El Cactus” se molestó por el trato que estaba recibiendo su hermana y retó al dueño de la casa a golpes.
Fue entonces cuando “El Cactus” sacó un bote con gas lacrimógeno y lo roció contra Jesús, quien a pesar del intento por inmovilizarlo, se abalanzó contra su agresor para golpearlo. El mismo testigo señala que “El Anter” tomó el bat de aluminio y empezó a golpear a Jesús con fuerza en diferentes partes del cuerpo, principalmente en la cara y la cabeza.
El bat de aluminio se trozó y “El Anter” se quedó con el mango, “El Cactus” tomó la otra mitad y siguieron apaleándolo. La víctima pidió paz, que lo dejaran ir a la Cruz Roja, que no los iba acusar, que iba a decir que se peleó en la calle... pero no fue escuchado.
Muy mal herido, Jesús caminó por casi toda la cansa dejando sangre en las paredes. Para el momento de la agresión, Jesús Antonio dice que Marco ya había sacado a los niños y a Rocío de la casa. Después, “El Cactus” sacó un cuchillo de entre sus ropas y empezó a encajarlo en el cuerpo de Jesús José en repetidas ocasiones.
“El Tony” ya estaba afuera de la casa cuando “El Anter” salió con un fajo de billetes y algunas joyas que portaba el lesionado, junto con su celular, que se lo entrega a “El Tony” para estar en contacto y todos huyen en el auto del hermano de Marco Antonio, rumbo a “San Cocho”.
A las 11:07 llegaron al Juzgado familiares de Luévanos Valdez y se sentaron cerca del escritorio y la reja donde se llevaba a cabo la audiencia. En la oficina hacía calor y tres ventiladores de techo con cuatro aspas, encendidos en la velocidad alta, resultaban insuficientes para evitar el sudor en algunos de los presentes.
En la lectura de las descripciones y acusaciones de Marco Antonio en torno al caso, resaltó el hecho donde señala que días antes del crimen, “El Anter” fue a la cantina donde laboraba y tomó el bat de aluminio que es instrumento de trabajo y seguridad a la hora de lidiar con los clientes muy tomados.
Marco asegura que con frecuencia le pedía a “El Anter” que le regresara el bat, pero sólo recibía evasivas y al final le confesó que lo quería para golpear a alguien, que Hilda Rocío les iba a pagar pero que no sabía a quién iba a lesionar, que con esa acción “iban a salir de j...”.
A las 11:13 horas, termina la lectura de los testigos y José Medrano se niega a declarar, la abogada defensora de oficio solicita la duplicidad del término y el Ministerio Público adscrito se reserva la intervención.
Seis minutos después, “El Cactus” firma el documento donde asienta su negativa a declarar. A las 11:20 horas, José Antero Montes Pámanes entra al locutorio y le son preguntados sus generales. La secretaria de Acuerdos da lectura a los mismos expedientes. A las 11:40 aparece la abogada defensora particular de los inculpados y diez minutos después termina la comparecencia.
José Antero se niega a declarar. A las 11:52 horas, el Ministerio Público pregunta que cómo el inculpado supo de la existencia del bat en el bar Robert’s, “El Anter” contesta que era de Marco. La abogada defensora hace un ademán y le indica a su cliente que no responda. El Ministerio Público enlista cinco preguntas más, pero haciendo valer su derecho, el acusado se niega a declarar.
Al concluir los cuestionamientos, la defensa se reserva declaración alguna y no solicita la duplicidad del término Constitucional. Mientras “El Anter” firma su declaración, Hilda Rocío entra a escena, le piden sus generales y inicia la lectura a las 12:05.
Hilda Rocío decide declarar en relación a los señalamientos en su contra por la probable autoría intelectual en el crimen de Jesús José. El Ministerio Público formula varias preguntas. La comparecencia termina a las 13:45 horas. Como Hilda Rocío y José Antero no solicitaron duplicidad del término, el juzgador, Carlos Reséndiz Estrada, deberá determinar la situación jurídica de los probables responsables de homicidio calificado y robo el lunes 23 de agosto. José Medrano puede renunciar al término, pero la defensa no lo ha notificado.
Todos presuntos responsables
Como se informó en su oportunidad, el juez penal, Carlos Reséndiz Estrada, determinó la probable responsabilidad en el asesinato cometido el pasado 28 de junio, a los cinco involucrados en el crimen. El juzgador consideró en la segunda etapa del proceso penal la existencia de datos en la averiguación previa, que señalan como autores materiales del homicidio a los cinco implicados.
Para girar la orden de aprehensión, las investigaciones en torno a los hechos cometidos en la colonia Valle del Nazas, señalan a Hilda Rocío como la autora intelectual del asesinato, quien indujo intencionalmente a los cuatro hombres a cegar la vida del comerciante, Jesús José Luévanos Valdez.
En el expediente del caso, se desprende que “El Anter” y “El Cactus”, ambos de 19 años, cometieron el homicidio de forma material. El primero utilizó el bat metálico con el que se fracturó en cuatro ocasiones el cráneo de la víctima y el segundo utilizó el gas lacrimógeno para someter al afectado y tomó el cuchillo que fue clavado en 18 ocasiones, en diferentes partes del cuerpo.
Jesús Antonio de 20 años y de Marco Antonio de 21 años, son señalados como dueños del bat metálico que se utilizaba en el bar donde ambos prestaban sus servicios y que se ubica en la avenida Aldama y calle De la Llave, en la zona centro.
Por otra parte, Reséndiz Estrada dijo que será hasta el lunes 23 de agosto, cuando se vence el plazo para resolver la situación jurídica de cuatro de los inculpados y sólo “El Cactus” será informado hasta el jueves, si no renuncia antes al término.
