AP
Los Ángeles, EU.- A Leonardo DiCaprio le gusta pensar que comparte con su amigo Martin Scorsese al menos parte de las obsesiones de Howard Hughes, el personaje principal de su más reciente película, El Aviador:
Aguantar un proyecto gigantesco cuando parece que fuera a fracasar, como hizo DiCaprio con Titanic, que luego se convirtió en la película más taquillera de la historia.
Enfrascarse tanto en una historia durante varios años de tu vida y que requiere una reconstrucción importante de otra era, tal como hizo Scorsese con Pandillas de Nueva York, que tardó 25 años en concebirse y una labor descomunal para recrear la Manhattan del siglo XIX. El guión de El Aviador los atrapó desde el comienzo, con una secuencia inicial que detalla la devoción fanática de Hughes a su película de la primera guerra mundial Hell?s Angels.
Usando su propio dinero, Hughes gastó 4 millones de dólares en el filme de 1930, que en esa época era el de mayor presupuesto para una película en la historia del cine, y la rodó nuevamente con banda sonora cuando decidió que había terminado la era del cine mudo.
?Creo que Marty y yo podemos relacionarnos, cuando leímos el guión, inmediatamente leímos Hell?s Angels, año tres. Sabemos lo que es ser parte de una historia épica que se extiende?, dijo DiCaprio en una entrevista.
?Perseverar contra todos los pronósticos y tratar de hacer el mejor filme, ser un perfeccionista, tratar de hacer la historia lo mejor posible?, dijo.
?Ciertamente no puedo imaginarme el llevar las cosas al nivel que Hughes lo hizo en su vida. Es demasiado extenuante. El hombre tuvo 20 vidas diferentes en una sola?.
Leonardo tiene decididamente una vena benéfica y quiere ahorrar suficiente dinero para poder un día ?hacer algo grande en provecho de la gente, del medio ambiente o de la infancia?.
?Ese es mi objetivo, y podréis ver si lo he cumplido dentro de veinte o treinta años. (...) De momento quiero mantenerme (económicamente) y poder elegir los papeles que me gustan sin gastar demasiado en lujos?, confesó hace unos días el joven actor estadounidense.
Si no vive frugalmente, DiCaprio no gasta el dinero con la facilidad de otras estrellas de Hollywood: posee un solo automóvil, un Toyota Prius, y no vuela de una parte a otra del mundo en aviones privados.
