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Complicado Aguascalientes

Miguel Ángel Granados Chapa

Antes que perdiera la gubernatura hace seis años, en Aguascalientes —donde el domingo los ciudadanos eligen gobernador, 27 diputados y once ayuntamientos— el PRI comenzó su declive con derrotas municipales y legislativas. En 1995 Acción Nacional ganó 13 curules mientras que el partido tricolor quedó en 11, y sólo pudo salir del aprieto por su alianza con el PT y el PFCRN, con un diputado cada uno. El PRD alcanzó asimismo un solo legislador. Igualmente, ganó el gobierno municipal en la capital, y en los municipios de Calvillo, Cosío y Rincón de Romos. La causa principal del ascenso panista fue el pésimo Gobierno de Otto Granados Roldán, como se confirmó en 1998 cuando el PAN alcanzó también la gubernatura, con Felipe González un muy activo dirigente empresarial, cabeza de un grupo denominado Macabeos, al que el propio Granados Roldán había cerrado las puertas tres años antes, cuando buscó ser candidato priista a la alcaldía. Y es que uno de los modos del mal Gobierno de Granados Roldán fue su desdén por las fuerzas priistas reales.

Entró en colisión sobre todo con el grupo del profesor Enrique Olivares Santana, a cuyo hijo Héctor Hugo tocó pagar los platos rotos, pues fue derrotado en la disputa por la gubernatura. No fue el único perdedor, pues el PAN continuó teniendo el mayor número de votos en la legislatura, y no sólo refrendó su triunfo en la capital, sino que lo extendió a otros ayuntamientos (Asientos, Jesus María, San Francisco de los Romo y Tepezalá). Esa tendencia se mantuvo dos años después, en la elección federal del 2000. El efecto Fox (que obtuvo treinta mil votos más que Labastida) se extendió a todos los cargos en disputa, de modo que el PAN ganó las dos senadurías de mayoría y las tres diputaciones. Sin embargo, la elección local intermedia significó un revés para el Gobierno panista.

El cinco de agosto de 2001 el PAN perdió el control del Congreso local, pues su grupo parlamentario decreció de doce curules a seis, y también disminuyó el número de ayuntamientos con mayoría blanquiazul. Conservó, sin embargo, el de la capital. Esos comicios arrojaron otra novedad: el PRD se debilitó al extremo de quedar reducido a la condición de quinta fuerza electoral, detrás del Partido del Trabajo y el PVEM, que crecieron en algunos municipios (y ganaron uno cada uno). Este dato es muy relevante al día de hoy, pues estos partidos emergentes actúan coaligados con el PRI, bajo la denominación En Alianza contigo, en el presente proceso electoral. Originalmente el candidato de ese agrupamiento era Óscar González Rodríguez. Dos veces subsecretario federal (de Pesca y en la Semarnap, bajo Salinas y Zedillo), ganó en 1997 una diputación federal, pero no pudo refrendar su triunfo el año pasado.

Con esa derrota a cuestas volvió a la ciudad de México, donde Roberto Madrazo le confió la vocería del partido, a la que renunció para retornar a Aguascalientes y ganar la candidatura a gobernador. Apenas iniciado en esa condición, el seis de mayo pasado sorprendió a todos al renunciar a la candidatura, en circunstancias que aun hoy permanecen en el misterio. Dijo tener conocimiento de que la secretaria general de su partido, Elba Ester Gordillo concertaba acciones con el gobernador panista González, y se disponía a hacer que la sección aguscalentense del SNTE apoyara al candidato de Acción Nacional. No obstante demandar una investigación sobre el caso, y la correspondiente sanción a la infractora (a la que hoy, con mayor evidencia se acusa de lo mismo en Oaxaca), el comité nacional del PRI rehusó iniciar cualquier averiguación, desestimó la posición de González y símplemente designó un nuevo candidato, Oscar Augusto López Velarde Vega, que suele prescindir de su segundo nombre y su último apellido. Con una rala carrera política (sólo fue secretario local de planeación y desarrollo de 82 a 86, senador de 94 a 2000 y ocupante de multitud de cargos medios en la administración federal), López Velarde arrastra los problemas de un PRI dividido, de antes y por la renuncia de González.

Cuenta en cambio con la ventaja del apoyo real que su partido puede obtener de la alianza con el PT y el Verde, que gobernaron estos tres años recientes en San José de Gracia y Rincón de Romos, respectivamente. Luis Armando Reynoso Femat es el candidato del PAN, al que las encuestas dan la mayor probabilidad de triunfo. Nació el 15 de agosto de 1957 en el seno de una familia cuyo padre Felipe Reynoso fue alcalde de Aguascalientes en la época priista. Se graduó de ingeniero civil en el Tec de Monterrey y se dedicó a la promoción inmobiliaria y a la construcción, tanto en su tierra como en Monterrey. Presidió la Asociación de Promotores Industriales de Vivienda. Se hizo panista en 1994 y ganó la alcaldía de Aguascalientes en 1998 (con ejercicio de enero de 1999 a diciembre de 2001). Sucedió en la presidencia municipal a Alfredo Reyes Velázquez, el primer alcalde panista, que después fue secretario de planeación del gobernador González y en el 2000 ganó la senaduría por mayoría, en fórmula con Benjamín Gallegos.

Ambos fueron aspírantes a la candidatura que ganó Reynoso Femat, a quien descalificaron por su alianza con el equipo de futbol Necaxa, propiedad de Televisa, que escogió a aquella ciudad como sede. Como alcalde, Reynoso consiguió que el gobierno estatal cediera al municipio la propiedad del estadio, que de inmediato trasladó a un patronato privado que, por casualidad, él mismo preside.

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