Todo lo que se haga por mejorar las condiciones de vida en la ciudad de Torreón, será siempre bien recibido y un motivo de reconocimiento a la labor de los gobernantes, pues aunque en principio pudieran presentarse divergencias en cuanto a las prioridades de la ciudad, lo cierto es que al final de cuentas el pueblo aplaude esos esfuerzos, porque está consciente de que existe un rezago que no puede abatirse en unos cuantos años.
Mencionamos lo anterior en razón de los compromisos asumidos por el gobernador del estado, Enrique Martínez y el alcalde Guillermo Anaya, relacionados con la remodelación del aeropuerto, la repavimentación de la ciudad y la construcción del estadio de futbol, pues aunque este último entraña la realización de una obra en la que debe predominar el capital privado, es evidente el interés de la afición por contar con instalaciones modernas en las que juegue el equipo local.
Dada la importancia que tiene para la ciudad el que se concluya la remodelación del aeropuerto local, el compromiso del Gobernador de impulsar su continuación resulta trascendente para el mejoramiento de los servicios que se brindan en él; pues mientras en otras ciudades del país los concesionarios invierten grandes sumas de dinero en el mejoramiento de instalaciones de este tipo, aquí se sigue operando como en un aeropuerto de tercera categoría.
Por su parte, el compromiso del Alcalde de invertir este año treinta millones de pesos en el mejoramiento del pavimento citadino, es también un motivo de aliento. Como también lo es el hecho que de manera conjunta, Gobernador y Alcalde, de acuerdo con sus facultades y posibilidades, apoyen a los nuevos dueños del Santos en la construcción de un estadio de futbol, pues el que una ciudad cuente con equipos profesionales e instalaciones adecuadas es sin duda un signo de progreso.
