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Oaxaca, OAX.- Cerca de dos por ciento de la población nacional padece cisticercosis, enfermedad que afecta al sistema nervioso central transmitida por el consumo de carne de cerdo infectada con el parásito Tania solium.
El coordinador de Comunicación Social del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) delegación Oaxaca, Jacobo Ventura Mecinas, explicó que cuando el huevecillo llega al estómago se libera de sus cubiertas y al torrente sanguíneo.
“Se considera que uno de cada tres cerdos que se consumen en México está infectado de cisticerco”, indicó.
Destacó que las complicaciones que genera el parásito pueden ser trastornos psiquiátricos, ceguera, alteración del movimiento y de obstruir la circulación y el drenaje del líquido cefalorraquídeo, hidrocefalia.
Explicó que los principales síntomas son: crisis convulsivas (epilepsia), dolor de cabeza e hipertensión endocraneana, debido a la hidrocefalia (contención del líquido cefalorraquídeo en el cerebro) y de no atenderse a tiempo ocasiona la muerte.
“La detección de los quistes del cisticerco en el cerebro se efectúa mediante tomografía computarizada o resonancia magnética”, detalló.
Mencionó que la cisticercosis, es la larva de la solitaria o Taenia solium (tenia) y ésta es la forma del parásito y el cisticerco mide entre 50 y 80 milímetros. La mitad de los casos de quienes tienen la enfermedad no manifiestan síntomas.
“Un aspecto que ha dificultado el combate de esta enfermedad es que desafortunadamente la crianza de cerdos se hace en el traspatio de las casas, sin alimentación adecuada sino que los dejan libres para que coman lo que encuentren, entre ello heces de humanos infectados”, dijo.
Indicó que para evitar o reducir el riesgo de contagio, es necesario lavarse las manos después de ir al baño y antes de tomar alimentos, desinfectar las frutas y verduras con escobeta y jabón, cocer bien la carne, hervir el agua y no comer en la calle.