Padecen elementos enfermedades crónico degenerativas e hipertensión arterial.
Torreón, Coah.- Con visibles deficiencias físicas y más aun, de entrenamiento, un gran número de policías preventivos desarrollan su diaria labor de combatir a la delincuencia, con la desventaja de no poder efectuar una persecución a pie, pues no cuentan con un programa que les ayude a controlar el sobrepeso en el servicio activo, informó Gerardo Díaz Valadez, subdirector de la Academia de Policía.
Aunque no estimó un porcentaje exacto de los elementos de la Dirección de Seguridad Pública Municipal (DSPM) que tienen problemas de obesidad y padecen enfermedades crónico degenerativas tales como diabetes e hipertensión arterial, que de alguna forma les impide un buen desempeño en su trabajo, sí reconoció la existencia de estos factores en muchos agentes.
Pese a tal afirmación, el director de dicha corporación, Francisco Javier Gutiérrez Pesquera, aseveró que sólo un cinco por ciento de los agentes se encuentra con sobrepeso y de alguna u otra forma no les impide realizar sus funciones diarias.
También dijo que de los 900 policías que se tiene, el 85 por ciento es menor de 40 años, mientras que los que tienen esta edad no llegan ni a 150 agentes.
El director de la Academia de Policía dijo un gran número de los aspirantes a ingresar al curso de capacitación para engrosar las filas de la Policía Preventiva, niegan su adicción al alcohol y tabaco, y el tiempo que dura el adiestramiento tratan de evitarlos, pues si se detecta a uno de los cadetes con aliento alcohólico, de inmediato es dado de baja.
Sin embargo, reconoció que cuando están ya en el servicio activo, muchos de los egresados incurren en estas tendencias, principalmente por el estrés al que están sujetos a diario.
Esto, en definitiva, merma su condición física, que aunado a los malos hábitos alimenticios que inician en cuanto son ingresan a las filas de la Policía Preventiva, al cabo de seis meses ya presentan problemas de obesidad que a la larga termina por causarles enfermedades como la diabetes y la hipertensión arterial, además de sus complicaciones, dijo Díaz Valadez.
Agregó que existe el caso documentado de dos cadetes que a su ingreso pesaron, uno 124 kilos y el otro 120. Al término de la capacitación, su peso era de 100 y 95 kilos, respectivamente.
Mientras se encuentran en capacitación durante el curso a que son sometidos en la Academia, la condición física que muestran es notoria, pero una vez integrados al servicio activo, comienza a deteriorarse por la falta de un programa de seguimiento a egresados, del cual ya se tiene un anteproyecto y sólo falta que lo estudien y aprueben el alcalde y el director de la DSPM, expresó.
En el citado plan, se contempla la revisión médica en forma periódica, además de orientarlos para que tengan una dieta balanceada y de esta manera controlar su peso y sobre todo, que cuenta con ejercicio físico, con el objeto que estén en buena condición al momento de desarrollar su trabajo.
El subdirector de la Academia de Policía, manifestó que así como se van deformando físicamente cuando son elementos en activo, su actitud también lo hace, de manera tal que comienzan a padecer de la indolencia y esto repercute en su desempeño de brindar seguridad y protección a la comunidad.
“Masoquistas” en Gómez
Las corporaciones policíacas de los tres niveles de Gobierno enfrentan serios problemas de salud, reconoció el director general de la Academia Nacional de Seguridad Pública, José Ignacio Chapela. En Gómez Palacio, los preventivos son “masoquistas”, dijo Arturo López Aguilera, titular de la Policía Preventiva.
El comentario del jefe de la policía se basa en su experiencia y la de sus subalternos, al aceptar que la tarea del policía genera una carga de estrés que se agrava con la problemática cotidiana que se vive en el hogar.
Obesidad, hipertensión, diabetes y miopía, son los principales padecimientos detectados por el funcionario federal como resultado de las pruebas aplicadas a 180 mil policías que han sido examinados por el Sistema Nacional de Seguridad Pública.
“Hipertensos, diabéticos, con gastritis, eso es lo que tenemos, hay muy poco personal con problemas de obesidad”, comenta López Aguilera.
Durante su participación en el Diálogo Internacional para la Reforma Policial en México, José Ignacio Chapela, indicó que además de los problemas de salud de los policías, se enfrenta la falta de capacitación y presupuesto adecuado.
El funcionario de la Secretaría de Seguridad Pública Federal (SSP), reveló que 60 por ciento de los cerca de 400 mil policías que hay en el país, tiene algún padecimiento como fallas en la vista, gastritis y otros males.
Arturo López reconoce que sus subalternos no se someten oficialmente a evaluaciones o exámenes médicos para conocer con detalle su salud.
El titular de Seguridad Pública Municipal comenta que se aplican algunas rutinas de acondicionamiento físico y encuentros deportivos que fomentan la convivencia y la salud de los uniformados.
“Además, el promedio de edad en los agentes operativos es de 27 ó 28 años. Con los más adultos se trabaja de otra forma y se les ubica en Servicios Especiales, puntos que requieren de vigilancia, pero sin mayor esfuerzo físico”.
Por último, López Aguilera considera que es importante que además de la salud física de los agentes, se trabaje en la salud mental. Los policías enfrentan situaciones de riesgo, el estrés está a la orden del día”.
