EL SIGLO DE TORREÓN
Cancún es uno de los destinos turísticos más famosos del mundo y uno de los favoritos de los laguneros. La arena blanca de sus playas, la vida nocturna, los cruceros que llegan al puerto y más, es de lo que gozan sus visitantes.
Y para conocer quiénes seleccionaron este destino turístico, acudimos al aeropuerto Francisco Sarabia. ¿Sabe a quién nos encontramos? Síganos en este recorrido social.
La visita al centro aeroportuario se realizó el pasado viernes alrededor de las 13:00 horas y precisamente ese día llegó la ex académica Hiromi, así es que el ambiente se puso de lo mejor.
A los primeros pasajeros que saludamos fueron los señores y socios del Club Rotario de Torreón Leopoldo García Flores y Georgina G. de García, con sus nietas Marifer Christopher -quien vino de vacaciones proveniente de Niza, donde radica desde pequeña, y Ana García Martínez. Este viaje platicaron los señores García, lo organizaron como regalo de cumpleaños para Marifer por sus quince años.
Al ver que Hiromi andaba por ahí, los hermanos Raúl, Gerardo e Israel Castillo Salazar se acercaron con los fans, y después se retiraron para platicar con su mamá y su hermana -ambas de nombre Rebeca. La última de ellas -quien por cierto espera a su primer bebé que será niña y nacerá en octubre próximo- acudió a despedirlos.
Quienes también seleccionaron Cancún para vacacionar fueron Alejandra Alcántara, Cristina y Mónica Máynez Castro, quienes se reunirían con amistades de otras partes de México y Madrid.
Con su precioso bebé de ocho meses de edad, viajaron Humberto González Romo y Perla Castro de González, el tour lo realizaron junto con Roberto Reza e hijitas y doña Estela de González. El matrimonio González Castro es fiel seguidor del deporte, cuando su niño y el tiempo se los permite ejercitan sus músculos en conocido gimnasio situado en la Diagonal Reforma.
Ya casi al retirarnos saludamos a Raúl Eduardo Blázquez Jaubert, apreciado trabajador de un boliche de esta ciudad, quien esperaba a su hermana Daniella que venía de Cancún. El aguardo no fue tedioso porque Raúl gozaba de la compañía de sus padres, Norma de Blázquez y Raúl Blázquez Cantú.
