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ATENAS, GRECIA.- Con la "frente en alto y en paz" se marcha Víctor Estrada del taekwondo luego de 18 años de carrera deportiva, la cual llegó ayer a su fin en el marco de los Juegos Olímpicos Atenas 2004.
"Estoy muy emocionado, fue mi última competencia y qué bueno que fue en Juegos Olímpicos", dijo el taekwondoín de 32 años de edad.
El tetracampeón en Copas del Mundo aseguró que se va del deporte de sus amores satisfecho y muy contento, luego que este día en su participación en la categoría de menos 80 kilogramos perdió la opción de pelear por la medalla de bronce, al caer en la ronda preliminar ante el azerbayano Rashad Ahmadov.
"Pude haber llegado a la final, pero me voy satisfecho y en paz. No puedo negar que me hubiera gustado tener una medalla, pero creo que en 18 años de trayectoria deportiva he hecho cantidad de cosas. Siempre luché y luché y me voy como los grandes", estableció.
Antes de poder hablar con los representantes de la prensa, Víctor necesitó de varios minutos para poder controlar a solas los efectos de la fuerte emoción que lo invadían al saberle a partir de ahora lejos del tatami.
Apenas acabó su último combate, y el taekwondoín, que se encuentra en excelente nivel de competencia, se enfrentó en los hechos a la decisión que tomó para a partir de ahora empezar una nueva vida a nivel personal y profesional.
Dijo ante los medios haber dejado en el taekwondo nacional un ejemplo de pasión, disciplina, entrega y dedicación. "El deporte es así, se gana y se pierde y hay que levantarse, luchar y luchar para mantenerse".
Víctor Estrada, el estudiante de Administración Deportiva, admitió que los próximos serán días difíciles para él. Pero mientras llegan esas horas en su nueva realidad, comentó que el de ayer fue un día que disfrutó mucho.
Añadió que han sido muchos años en el deporte y expresó sus esperanzas de que la gente, la afición mexicana, aprecie su esfuerzo "porque me voy con la frente en alto y en paz".
Víctor Estrada brindó su reconocimiento a los medallistas olímpicos de plata y bronce en este deporte, los hermanos Óscar e Iridia Salazar.
Indicó que tras su salida en la categoría de menos 80 kilogramos no hay nadie que lo suceda, porque los jóvenes que ahora trabajan lo hacen en escalas menores.
De su última batalla en el tatami, comentó que fue complicada y que se vio sorprendido por su rival, "un muchacho que vino a hacer su pelea y que resultó incómodo", y que el hecho de haber perdido por un punto demostró que estuvo también así, de cerca, de llegar a la final.
