EL SIGLO DE TORREÓN
GÓMEZ PALACIO, DGO.- María del Carmen Herrera asistió a clases con una sola calceta en uno de sus pies. Un desgastado tenis cubría su pequeña extremidad cuando acudió a la escuela Arturo Gámiz García, donde se registró un 40 por ciento de ausentismo
El frío y la neblina impidieron que el 60 por ciento restante de los niños de este plantel educativo asistiera a la escuela. Más si se toma en cuenta que los salones de este instituto están formados con madera y cartón.
María del Carmen tiene 12 años, pero parece una niña de ocho. Su estatura es baja y de poco peso. Estaba sentada en un desgastado pupitre colocado en el patio de la escuela. Mientras sus compañeros corrían y jugaban, ella estaba acurrucada porque tenía frío.
La mayoría de los niños de esta comunidad escolar son hijos de padres que se ganan la vida de mil formas. Viven al día con lo que le obtienen del trabajo eventual que poco les deja para construir una casa digna o comprar lo necesario a sus hijos.
Es el caso de María del Carmen, que sólo encontró una calceta, pero así decidió su mamá enviarla a la escuela. Inclusive una camiseta ligera y una delgada chamarra la protegían del frío.
La directora del este plantel educativo, Sanjuana Rosales Valderas, con notable tristeza reflejada en su mirada, hizo notar que la situación de María del Carmen es la misma que prevalece en los niños de la escuela que dirige.
“Muchos de estos pequeños viven en la más extrema pobreza, es muy difícil para sus padres ofrecerles lo mejor. Habitan en estas casas de cartón bajo todos los sufrimientos que ello conlleva”, manifestó la directora, quien comentó que cuando los progenitores no los envían a la escuela es porque sus motivos tuvieron.
Y es que las calles de la colonia Leticia Herrera, carecen de pavimentación y en tiempos como el del pasado martes, se forman pantanales que dificultan el camino al peatón y a los conductores. El frío que acompañó a la lluvia fue otro factor que azotó a este sector de la población.
Norma García es una ama de casa que tiene dos niñas pequeñas, la de cinco años es la que está en preprimaria. Ella dice que viven en un jacalito donde el frío “cala hasta los huesos”, pero que “de rato”, bajo las cobijas éste se calma.
No ha mandando a su hija a la escuela porque teme que se enferme. Además que no ha podido bañar a la pequeña, porque en el improvisado baño de cartón el frío se cuela por todos lados. “Así estamos aquí, un día sí nos bañamos y otro no, no es que uno sea sucio, es la situación la que obliga”.
Requieren...
Pese a que los directivos de la escuela primaria Arturo Gámiz García están satisfechos porque en días pasados iniciaron los trabajos para la construcción de lo que será el plantel de preescolar, temen:
· Que el hule y cartón que forman los salones no resistan el presente temporal.
· Dicen que necesitan más de este material para recubrir o cambiar el que tienen los jacalitos.
· Necesitan tarimas de madera porque está a la mitad un jacal que servirá para un tercer año.
FUENTE: Investigación de El Siglo de Torreón
