Beirut, (EFE).- La versión árabe de "Operación Triunfo" concluyó la pasada noche su primera edición, poniendo fin a cuatro meses de continuas polémicas con los medios más conservadores, que consideran el programa contrario a los valores del Islam.
El egipcio Mohamad Attie, de 21 años, fue el vencedor de este concurso, bautizado como "Star Academy Líbano" que ha sido emitido por la Lebaneses Broadcasting Corporation, la cadena de variedades más moderna del mundo árabe, que durante estos cuatro meses ha mostrado otra cara de la juventud de Oriente Medio.
Attie, de 21 años, obtuvo el 55% de los votos contra su rival y amigo, el kuwaití Bechar el Chatti, en un final pleno de suspense en el que participaron además los ocho finalistas árabes de este concurso, basado en la fórmula española que ya ha hecho furor en varios países europeos y de otros continentes.
Cada emisión había constituido tema de conversaciones entre los libaneses, de diversas edades y credos, que podían seguir durante 24 horas las peripecias y progresos de sus favoritos, que pasaron a formar parte de su vida cotidiana.
"¿Qué haremos ahora que no los tendremos entre nosotros?", se lamentaba Georgette, una joven universitaria, para quien el programa le permitía "evadirse del horrible día a día que vive el Líbano y la región de Oriente Medio".
Desde el comienzo, Georgette ha seguido en sus ratos libres la vida de los jóvenes en la cadena por satélite, que los ha mostrado cocinando, comiendo, durmiendo y asistiendo a clases de deporte, canto y danzas.
Durante este tiempo, cada viernes -día en que se decidía la salida del concurso de uno de los participantes- las calles beirutíes se vaciaban y la mayoría de los libaneses permanecían ante sus televisores para ver a quién le había tocado el turno.
La emisión, que se puede seguir por satélite en todo el mundo árabe, había provocado la ira de varios jeques, que publicaron fatuas (decretos) en las que prohibían verla a los musulmanes.
La última, del gran mufti saudí Abdulaziz Al Sheikh señalaba que era "una invitación abierta al pecado y "la fuente de los desastres y desgracias del Islam y de los musulmanes".
Los 16 concursantes de esta emisión -procedentes de Arabia Saudí, Egipto, Emiratos Arabes Unidos, Líbano, Kuwait, Marruecos, Siria y Túnez- vivían juntos y en una villa en Adma, al noreste de Beirut.
El hecho de que sus vidas estuvieran expuestas a las cámaras constituía toda una ruptura en un mundo donde la vida privada es un tema tabú y la segregación sexual es una norma.
La fatua del jeque saudí instaba a la LBC -cadena cuyo accionista mayoritario es un millonario también saudí- a que cesara de gastar dinero para "destruir la juventud islámica".
Con anterioridad, religiosos de Bahrein y Kuwait también habían emitido fatuas con el mismo objetivo.
Sin embargo, la emisión era seguida por millones de espectadores a través del mundo árabe, donde obtuvo un éxito sin igual.
En los cuartos de final, la victoria del kuwaití el Chatti ante el saudí Mohamad Malawi fue celebrada en Kuwait como una fiesta nacional, y la gente inundó las calles de su capital, iluminadas con fuegos artificiales.
Comentando las fatuas en un editorial, el periódico l'Orient-Le Jour estimó que es "como querer privar a los árabes de un preciado oxígeno: la diversión".
"Star Academy da miedo... porque muestra una virtud, el mestizaje con todo lo que comporta como solidaridad, respeto, aceptación del otro, igualdad, sobre todo entre los sexos; gérmenes indiscutible de la democracia".
Según este diario, "los espectadores árabes (un 80% de 15 a 25 años) aprendieron que 16 personas procedentes de horizontes radicalmente opuestos, con solo una cosa en común, el idioma árabe, pueden construir una forma de armonía e unidad".
También que "existen otros valores que no se les han enseñado ni en las casas, ni en las escuelas, ni en las mezquitas e iglesias...
y que pueden cohabitar jóvenes y jovencitas, en tierra árabe, sin que hayan abusos o acoso de ninguna clase".
"Dieciséis jóvenes de ocho países diferentes dieron una magistral lección de solidaridad e inteligencia al conjunto de sus dirigentes", concluyó el diario.