Lanzan fuerzas de la coalición ataque sobre Fallujah
EFE
BAGDAD, IRAK.- El líder radical shii Muqtada al Sadr recordó ayer que su empeño aún es ver un Irak libre de tropas extranjeras, y calificó de error contrario a la religión el asesinato del traductor surcoreano decapitado días atrás por sus secuestradores.
“Sufrimos y seguiremos sufriendo mientras nuestro país permanezca ocupado. Queremos que nuestro país quede libre de la ocupación. Estamos dispuestos a ofrecer nuestra sangre y a sacrificarnos por el país”, dijo Al Sadr durante su tradicional sermón del viernes en la mezquita de Kufa, vecina a la ciudad santa shii de Nayaf.
Al Sadr hizo estallar el pasado mes de abril una insurrección en el centro y sur de Irak, en la que sus milicianos del “Ejercito de Al Mahdi” se enfrentaron con soldados estadounidenses que asediaron al joven religioso y a sus simpatizantes durante cerca de un mes en las ciudades de Nayaf y Kerbala.
En los últimas semanas ha dado muestras de que nunca aceptará la ocupación, pero también indicios de que podía ejercer su oposición integrado en el proceso político.
El clérigo también criticó la decapitación del ciudadano surcoreano Kim Sun il, asesinado por su captores el pasado mes de junio después de que el Gobierno de su país se negara a retirar el contingente que tiene desplegado en Irak.
“El que sabe de política y de religión, sabe que no se debe cortar la cabeza. No hay ninguna religión o Ley religiosa que castigue con la decapitación”, resaltó Al Sadr.
“Es cierto, son enemigos, son los ocupantes, pero eso no justifica que se les deba cortar la cabeza”, añadió. Desde el pasado mes de abril, cerca de sesenta extranjeros han sido secuestrados en Irak.
Algunos de los rehenes han sido puestos en libertad, otros todavía están en manos de sus captores y varios han sido asesinados, el último de ellos un ciudadano búlgaro.
Grupos a los que se vincula con el activista radical suní Abu Musab al Zarqawi, se han responsabilizado de la mayoría de las capturas.
Ayer se anunció en Tikrit el hallazgo de un cadáver sin cabeza, que al parecer podría pertenecer a un extranjero occidental, aunque todavía no ha sido identificado. Por otra parte, Al Sadr critico al primer ministro iraquí, Iyad Allawi, por autorizar los ataques del Ejercito de Estados Unidos a supuestos refugios de terroristas en el noroeste de Bagdad.
Al Sadr arremetió contra el primer ministro pocas horas después de que el mando estadounidense anunciara que había lanzado un nuevo “ataque de precisión” contra supuestos objetivos terroristas en la ciudad de Fallujah, el segundo en los últimos cinco días.
“El Gobierno de Allawi no tiene la legitimidad del pueblo iraquí para ordenar estas acciones”, dijo Al Sadr ante cientos de sus seguidores.
Fuentes médicas indicaron que el ataque de ayer resultaron heridos cuatro civiles, una mujer y tres niños de corta edad, pero que su vida no corría peligro.
El mando norteamericano explicó, por su parte, que informaciones de los servicios de Inteligencia habían detectado en el inmueble atacado a diez o doce secuaces del islamista radical Abu Musab al Zarqawi, considerado la principal amenaza terrorista en Irak.
El Gobierno interino iraquí insistió en que, como el ataque del pasado domingo que causó catorce muertos en otro edificio de Fallujah, la operación estadounidense contaba con el conocimiento y la autorización del Ejecutivo.
Al Sadr también criticó al Primer Ministro interino iraquí por el asunto del semanario “Al Hawza”, cuyo cierre, ordenado el pasado marzo por las tropas estadounidenses, encendió la mecha de la insurrección que el joven clérigo provocó en el centro y sur del país.