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BOGOTÁ, COLOMBIA.- La justicia colombiana condenó ayer a 35 años de prisión al dirigente de las rebeldes Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), Ricardo Palmera “Simón Trinidad”, por los delitos de secuestro y rebelión.
El juzgado único penal del circuito de la norteña ciudad de Valledupar encontró responsable al guerrillero colombiano de los delitos de secuestro extorsivo agravado, lesiones personales y rebelión, según un comunicado oficial del tribunal.
Palmera fue arrestado en Quito, Ecuador, en enero pasado y deportado a Colombia, donde se le siguen varios procesos como integrante de la dirección general de las FARC, la principal y más antigua guerrilla latinoamericana.
El líder rebelde fue vocero de las FARC en los fallidos diálogos de paz que ese grupo insurgente sostuvo con el Gobierno de Andrés Pastrana, entre 1998 y 2002.
La captura de “Simón Trinidad” fue presentada por las autoridades colombianas como un “golpe” al estado mayor central de las FARC, por el rango del detenido dentro de la organización armada ilegal.
Sobre el guerrillero pesan 48 órdenes de captura en Colombia por un sinnúmero de delitos, entre ellos el de homicidio en persona protegida, actos de terrorismo y retención de civiles, según la Fiscalía.
El dirigente de las FARC, sin embargo, ha rechazado todos los cargos que se le han formulado y sólo ha aceptado el de rebelión contra el Estado durante el proceso judicial que dio inicio tras su detención, en enero pasado.
La defensa de Palmera considera sin fundamento las acusaciones, porque a su juicio se basan en la presunción de que fueron hechos ordenados por “Simón Trinidad” en su calidad de miembro del Estado Mayor de las FARC.
