24 de marzo de 2004.
Brasilia, (EFE).- El Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB) condicionó hoy su permanencia en la base parlamentaria que respalda al gobierno de Luiz Inácio Lula da Silva a un cambio en la política económica del Ejecutivo.
El presidente de la fuerza de centro derecha con más escaños en el Congreso, el diputado Michel Temer, destacó que si el gobierno no atiende esa reivindicación "está claro que no habrá motivo para que el PMDB mantenga su apoyo". Temer hizo esa declaración tras analizar con correligionarios alternativas para intentar "recolocar Brasil en el rumbo del crecimiento económico", según indicó.
El parlamentario dijo que confía en que el gobierno logre poner en marcha medidas que permitan crear condiciones para aumentar el empleo, entre otros beneficios económicos a la población.
El apoyo del PMBD fue decisivo para que el Parlamento aprobase el pasado año una serie de reformas estructurales y otros proyectos impulsado por Lula, que asumió la presidencia de Brasil el uno de enero del 2003.
"El gobierno debe tener más osadía para romper los obstáculos que deprimen el crecimiento de la economía", subrayó el PMDB en un comunicado dado a conocer después de que los integrantes de ese partido analizaron con algunos economistas la situación de la economía en el mayor país de Latinoamérica. "Es inaceptable el discurso (oficial) de incompatibilidad entre el control de la inflación y el crecimiento económico", dice el comunicado del PMDB.
Según ese partido, que a finales de enero pasado oficializó un inesperado apoyo a Lula, un ex adversario político con quien durante años mantuvo posturas contrarias, "sin crecimiento será imposible reducir la pobreza y mejorar la distribución de renta".
La adhesión del PMDB a la base oficialista fue cuestionada en el Partido de los Trabajadores (PT) de Lula y en otros círculos socialistas, pero fue premiada por el presidente Lula con dos Ministerios y otros cargos políticos.
El 23 de enero pasado, cuando el mandatario hizo su primera reforma ministerial, las carteras de Comunicaciones y de Seguridad Social, así como otras importantes funciones en el Ejecutivo pasaron a manos de miembros del nuevo aliado.
"Nosotros, los del PMDB, tenemos la responsabilidad de exigir que el gobierno tenga coraje y haga con que el país vuelva a crecer", consideró el ex gobernador de Sao Paulo Orestes Quércia minutos antes de ser recibido hoy por el ministro jefe de la Casa Civil, José Dirceu.
Entre otras sugerencias para que el Ejecutivo retome las riendas del crecimiento económico, el PMDB propuso la disminución de la carga impositiva sobre la pequeña y la mediana empresa, junto co la corrección a la baja del impuesto sobre la renta.
También piden que las autoridades presenten un programa claro sobre inversiones en infraestructuras, estimulen las exportaciones y obliguen a las multinacionales que operan en Brasil a invertir más.
El gobierno asegura que la economía brasileña en el 2004 crecerá entre un tres y un cuatro por ciento, pero el partido aliado alerta que en los últimos tres años el crecimiento medio fue de sólo el uno por ciento.
EL PMDB considera que los tipos de intereses son demasiado altos (16.25 por ciento) en un país cuyo Producto Interno Bruto (PIB) creció el pasado año sólo el 1.5 por ciento.
