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El presidente Fidel Castro no tiene duda alguna sobre el éxito de su amigo, el presidente venezolano Hugo Chávez, en el referendo de mañana domingo, en el cual los ciudadanos del país sudamericano decidirán sobre la continuidad del mandatario.
“Tiene que suceder algo muy raro para que el resultado le sea desfavorable y eso hasta la oposición lo sabe”, comentó Castro en la madrugada del viernes en el Centro de Meteorología mientras daba seguimiento al paso de Huracán Charley.
Seguido de cerca por las autoridades de la isla, el proceso en Venezuela acaparó la atención de los medios de comunicación en la isla -en manos del Gobierno- que le dedicaron innumerables páginas, portadas de sus periódicos y hasta un programa estelar en la televisión.
Según Castro, los compatriotas de Chávez no olvidan los programas sociales de la llamada revolución bolivariana y el empadronamiento masivo de miles de personas de antes marginadas del sistema electoral.
Las afinidades de Castro con el Presidente venezolano comenzaron en la década de los noventa, cuando Chávez era un militar sedicioso.
Tras la elección presidencial y el arribo de Chávez al Palacio de Miraflores en Caracas, ambas naciones consolidaron su relación institucional.
Un acuerdo de cooperación integral binacional incluye todo tipo de intercambios humanos y la formación de estudiantes venezolanos en la isla especialmente médicos y deportistas.
Mientras, Cuba está incluida en un pacto petrolero para beneficio de los países pobres y por el cual obtiene 53 mil barriles de petróleo diarios comprados mediante créditos blandos.
