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MÉXICO, DF.- Una mujer de origen mexicano se declaró ayer en Houston, Estados Unidos, culpable de transportar y albergar inmigrantes indocumentados y causar serias lesiones e incluso la muerte a personas como resultado de esas operaciones.
Norma González Sánchez, de 43 años, fue acusada por autoridades federales estadounidenses de integrar una banda de traficantes que en 2003 organizó el traslado de 74 indocumentados en la caja sellada de un trailer desde la frontera de México hasta Houston, Texas.
González decidió declararse culpable de algunos cargos dos semanas antes de la fecha programada para el inicio del juicio en su contra en Houston a cambio de que los fiscales federales desecharan otros cargos en su contra.
La caja del camión fue abandonada cerca de la comunidad de Victoria, Texas, el 14 de mayo de 2003, cuando el chofer del trailer descubrió que varios indocumentados habían muerto asfixiados por la falta de ventilación y las altas temperaturas en su interior.
Las autoridades descubrieron los cuerpos de 17 indocumentados en la caja del trailer, mientras que otras dos personas murieron después en un hospital de Victoria. Este hecho es considerado como la mayor tragedia migratoria registrada hasta ahora en este país.
La mujer, quien será sentenciada el próximo 14 de febrero, enfrenta una pena de hasta cadena perpetua y 250 mil dólares en multas.
Las autoridades aún piensan iniciar el próximo 29 de noviembre un juicio contra otros tres de los implicados en la operación de contrabando de personas.
De los 14 detenidos relacionados con la muerte de los inmigrantes, nueve fueron aprehendidos en los primeros días después de registrarse el incidente y los otros cinco permanecieron fugitivos durante meses.
Cuatro de ellos fueron detenidos en México y enfrentaran cargos en ese país.
La mayoría de los detenidos en Estados Unidos se han confesado ya culpables, incluyendo a la presunta líder de la organización, la hondureña Karla Patricia Chávez.
El juicio contra el conductor del camión, Tyrone Williams, esta programado para enero de 2005 y es el único de los acusados que podría enfrentar una sentencia de pena de muerte.