Reuters
PEKÍN, CHINA.- China confirmó ayer que en los últimos años se descubrió que dos cerdos estuvieron infectados con el tipo de virus mortal H5N1 de la gripe aviaria, pero dijo que los casos fueron aislados y que el área donde los habían encontrado estaba bajo observación.
Los funcionarios del ministerio de Agricultura, restándole importancia a los descubrimientos realizados en el 2002 y el 2003, dijeron que ningún cerdo se había enfermado de gripe aviaria a pesar de estar infectado y que no había evidencia de transmisión de cerdo a cerdo o de cerdo a humano.
Sin embargo, China aún intensifica su monitoreo de cerdos para la detección de casos del tipo de la gripe aviaria responsable de la muerte de 27 personas en Asia este año, dijeron los funcionarios.
“La posibilidad de que el virus H5N1 infecte a cerdos es un episodio individual, casual. Todavía no hay evidencia de que el virus aviario H5N1 pueda transmitirse de cerdo a cerdo o del cerdo a las personas”, dijo en una conferencia de prensa Jia Youling, director general de la oficina veterinaria del ministerio.
El funcionario dijo que los casos de los cerdos que tenían el virus fueron encontrados en la misma área, pero se negó a precisar dónde.
“Si ocurriera una epidemia, seguiríamos los lineamientos de las principales organizaciones internacionales y lo reportaríamos con el tiempo apropiado”, dijo Jia.
La semana pasada, el ministerio dijo que había examinado más de 11 millones de cerdos y no había encontrado evidencia de que transportaran el virus a principio de año, cuando suelen producirse los brotes de gripe aviaria en las provincias del sur.
China reforzará sus controles y medidas de prevención, dijo Jia.
“Coordinaremos de forma activa y cercana el trabajo con otros departamentos competentes para expandir nuestras pruebas de aves, cerdos y otros mamíferos como así también las personas, y los preparativos de prevención”, indicó Jia.
Sólo un pequeño cambio de este virus de fácil mutación podría modificar esta situación, convirtiéndola en una infección que podría esparcirse más lejos, más rápido y con efectos más mortales que el síndrome respiratorio agudo y grave (SARS por su sigla en inglés), responsable de la muerte de unas 800 personas en todo el mundo entre el 2002 y el 2003.