04 de julio 2004.
Madrid, (Notimex).- El gobierno de Líbano confirmó hoy la muerte de un infante de marina estadounidense, de origen libanés, tras varias horas de incertidumbre por la difusión de un mensaje en Internet de un grupo extremista en el que anunció su ejecución.
El ministro libanés de Asuntos Exteriores, Jean Obei, indicó que recibió esta tarde informes de la embajada de Líbano en Bagdad, que lamentablemente confirman la muerte del cabo de infantería de marina, Wassef Ali Hassoun.
En declaraciones a la prensa internacional en Beirut, capital libanesa, Obei dijo que el asesinato del militar, el segundo en menos de una semana, fue un acto inhumano, irreligioso e inmoral, que debe ser castigado.
"Aquellos que cometieron el asesinato son enemigos de us religión y cualquier religión", agregó el canciller y dijo que es necesario "confrontar a todos aquellos que se esconden detrás de un consigna, secta o religión para hacer un acto criminal".
Odeb dijo que por el momento no se cuenta con información precisa de cómo fue ejecutado Hassoun, pero que no hay dudas de su muerte, pese, añadió, a que confiábamos que fuera un rumor como aseguró el Ejército de Estados Unidos.
Un alto responsable de las fuerzas estadunidense desplegadas en Bagdad aseguró esta mañana que no había evidencias de la muerte del marine de descendencia libanesa y que los reportes sobre su ejecución eran analizados, dado que podría tratarse de un rumor.
En un mensaje dirigido al presidente estadunidense George W. Bush, el grupo extremista Ejército Ansar al Sunna, vinculado a la red Al-Qaeda, afirmó haber decapitado al reheén y que en "breve" sería difundido un video en el que mostraría su ejecución.
Los captores de Hassoun habían amenazado con matarlo a menos que todos los prisioneros iraquíes en manos de las fuerzas de la coalición encabezada por Estados Unidos fueran liberados de inmediato.
La amenaza fue hecha en una cinta de video difundida el domingo pasado por el canal de televisión Al Yazira de Qatar, en el que se mostraba al militar atado, con los ojos vendados, custodiados por dos de sus captores encapuchados.
Los familiares del marine estadunidense en la localidad de West Jordan, en Utah, Estados Unidos, indicó que el gobierno aún no les confirma la muerte de Hassoun, por lo que confían en que esté con vida.
Una mezquita cercana a la casa de los Hassoun ha celebrando vigilias de oración por el cabo, quien emigró de Líbano a Estados Unidos hace cuatro años y más tarde obtuvo la ciudadanía, según comentó su padre, quien vive en el norte de Líbano.
Hassoun, quien habría sido decapitado hace unos días, es el tercer rehén que es ejecutado por militantes iraquíes en los últimos dos meses y el segundo en menos de una semana, tras la decapitación del soldado estadunidense Keith Maupin, el pasado 29 de junio.
Un traductor sudcoreano Kim Sun-il, fue ejecutado el mes pasado por sus captores de un gruo ligado a Al-Qaeda, después de que Seúl rechazó las demandas de la organización terrorista de retirar de Irak sus tropas.
La primera ejecución fue la del estadounidense Nick Berg, decapitado en mayo por militantes que vengaron los abusos contra los presos iraquíes, aunque hay versiones de que el italiano Fabrizio Quatrocchi también fue asesinado por combatientes islámicos.
La información de la decapitación siguió a la de que el primer ministro iraquí Iyad Allawi considera dar amnistía a grupos que combaten a las fuerzas de coalición, liderada por Estados Unidos, la cual podría hacerse extensiva a quienes han matado a estadounidenses.
Rebeldes anuncian muerte
“Les informamos que el marine de origen libanés ha sido decapitado y muy pronto verán las imágenes con sus ojos”, señaló en una macabra declaración, un nuevo grupo radical iraquí que atribuyó en un comunicado por Internet la muerte de un marine estadounidense de origen libanés que mantenía secuestrado en Irak y aseguró que mantiene como rehén a otro soldado.
El grupo, autodenominado Yaish Ansar al-Sunna (Ejército de los partidarios de la Sunna), escribió una declaración a por lo menos dos páginas web de Internet, ambas de contenido islámico, en la que anuncia que ha decapitado al militar estadounidense de origen libanés identificado como Wassef Ali Hassoun.
Las tropas militares de Estados Unidos asentadas en Bagdad señalaron que carecen de confirmación de la muerte de Ali Hassoun.
El Ejército estadounidense había confirmado el domingo pasado la desaparición de Wassef Ali Hassoun pero destacó que no tenía indicios que se tratara de un secuestro. Hassoun, un descendiente de libaneses de 24 años, fue mostrado en un video el domingo pasado por la cadena noticiosa árabe Al Jazzera.
En el video se veía a un grupo de extremistas sujetando al rehén con una venda en los ojos y amenazándole de muerte, mientras éste pedía a las tropas estadounidenses la liberación de prisioneros iraquíes.
El mismo grupo radical apareció en escena en febrero pasado cuando asumió, mediante la misma metodología, la responsabilidad del doble atentado suicida que había causado la muerte a finales de enero a más de un centenar de personas en la localidad de Erbil, en el Kurdistán iraquí.
La familia del marine hizo el lunes pasado un emotivo pedido a los captores para que lo liberaran. El hermano de Hassoun, Sami, informó que el soldado trabajó como traductor e intérprete luego de abandonar la Marina hace cerca de dos años.
Hassoun, proveniente del estado norteamericano de Utah, habría sido capturado hace unas dos semanas. La última vez que fue visto fue una semana antes de la difusión del video sobre su captura, según información militar. En principio se estimó que el hombre estaba “desaparecido”, pero luego su estatus fue cambiado a “capturado”.
Si se confirma su muerte, Hassoun será el tercer rehén asesinado por militantes en Irak.
El mes pasado, un traductor surcoreano, Kim Sun il, fue ejecutado por sus captores, vinculados a la red terrorista Al Qaeda, luego de que Seúl se negó a aceptar la demanda de retirar sus tropas de Irak.
El estadounidense Nicholas Berg fue decapitado en mayo pasado por militantes que dijeron vengarse de los abusos a prisioneros perpetrados por fuerzas estadounidenses en Irak.
