EL SIGLO DE TORREÓN
MATAMOROS, COAH.- Cada 15 días es lo mismo: habitantes de la colonia Galeme tienen que trasladarse a ranchos y ejidos de este municipio para llevar a sus hogares agua potable. De manera pública denuncian que el líquido que sale de sus tomas no es apto para el consumo humano.
Pedro López es un vecino que vive en la avenida Comonfort. Él tiene que ir cada quincena al rancho “La Cris” para abastecer a su familia de agua potable, debido a que “desde que nos cambiaron el agua los del municipio, sale con mal olor y sabor”.
Según versiones de algunos colonos como María Concpeción Ibarra, “desde hace dos años estamos con este problema. Si hubiera usted visto como salía el agua: aceitosa y con un sabor horrible, la gente se enfermó mucho del estómago, a mí y a mi esposo nos daba diarrea”.
Ella vive en compañía de su marido. Se apoyan de uno de sus hijos para poder ir a “la noria de agua caliente”. Ellos llevan a su hogar un galón como de más de diez litros, “nomás para mi esposo y para mí. Vamos cada mes aproximadamente”.
Pedro López, tarda entre tres y cuatro horas de ida y vuelta, para trasladarse a La Cris y llevar a su casa el varios galones. “Son para mis hijos y para mí, aunque algunos niños de aquí se han acostumbrado más que nosotros a tomar de la llave”.
En la actualidad, el aspecto del líquido es normal al del agua potable: cristalino y transparente, pero el sabor elude toda posibilidad de ser consumida por los habitantes de Galeme. “Preferimos ir hasta las norias que enfermarnos, los que no tiene en que ir pues compran agua purificada o se aguantan”.
Pero hay otras personas que no sólo buscan las referencias antes mencionadas, sino que tiene que trasladarse hasta los ranchos de La Corona. La gente aprovecha que las personas encargadas de las norias les regalan el vital líquido.
María Concepción afirma: “La verdad es que se portan muy bien las gentes de las norias, no tenemos que pagar por el agua, solamente les damos ahí para unos refrescos, por eso es que decidimos ir hasta allá”.
De acuerdo a declaraciones de los habitantes de este sector, las autoridades tanto municipales como del Simas están enteradas de la situación. Hasta la fecha no se ha hecho nada para remediarlo. Los niños son la población más vulnerable a posibles enfermedades.
“Los niños son los que más toman agua de la llave, pero de alguna forma ya están acostumbrados porque no resienten tanto como nosotros que ya somo gente mayor y que por nuestra edad, nuestro estómago lo reciente más”, confirma Concepción Ibarra.
Incluso, hay una frase que esta señora ha utilizado para denominar el trabajo de las autoridades y del Simas en Matamoros, debido a que no se les atiende: “ellos son malos para atender y buenos para cobrar”.
Hasta el momento no se han presentado casos severos de enfermedades o infecciones estomacales, sólo algunas molestias que “de manera afortunada se han sanado las personas, pero no podemos seguir así, el agua que debemos tomar sólo la usamos para lavar la ropa o limpiar la casa. Es más ni para lavar la ropa sirve porque a veces sale grasosa”.
FRASE
“Si mi esposo y yo tomamos agua de la llave nos enfermamos del estómago, tenemos que ir a una noria que le llaman de agua caliente”. María Concepción Ibarra, habitante de Galeme.
CARACTERÍSTICAS
Estos son algunos de los aspectos que se perciben del consumo del agua potable en la colonia Galeme, que hasta la fecha sigue causando enfermedades a sus habitantes.
*Agua con mal sabor
*La gente sólo la emplea para el aseo de los hogares
*El líquido está frío
*La persona que bebe el agua tiene el riesgo de enfermedad estomacal
*Tomar el agua de la llave puede causar diarrea e infecciones
*Los ciudadanos se ven obligados a comprar agua purificada
FUENTE: Investigación de El Siglo de Torreón
