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EL SIGLO DE TORREÓN
En caso de no detectarse a tiempo el cáncer cérvico uterino es un padecimiento mortal
TORREÓN, COAH.- La negligencia suele ser la peor consejera por la que una mujer puede convertirse en víctima mortal del cáncer cérvico uterino, un padecimiento que se puede prevenir y tratar con resultados exitosos si se detecta a tiempo.
A diferencia del cáncer de mama, cuyas causas no son claramente determinadas y es mucho más devastador, el cáncer del cuello de la matriz tiene bien definidos sus orígenes y hay mayores posibilidades de controlarlo, con lo que se puede contribuir a disminuir las estadísticas de mortalidad.
En este sentido, el encargado del área de Epidemiología de la Jurisdicción Sanitaria Número Seis, Humberto Flores Muñoz, explicó que el cáncer cérvico uterino es provocado por el virus del papiloma humano (PPH), el cual se transmite por la vía sexual y ocasiona displasias (transformaciones de la célula a consecuencia de una infección o inflamación) que de no atenderse oportunamente, derivan en un tumor maligno.
El virus del papiloma humano generalmente no ocasiona problemas de salud en el hombre, aunque a veces éste es quien actúa como transmisor, cuando tiene relaciones sexuales con varias mujeres.
Las displasias pueden ser del orden leve, moderado o grave; de acuerdo con el desarrollo que éstas han alcanzado, llegan a convertirse en un cáncer in sito o del tipo invasor, es decir, aquél que ha obtenido proporciones tales que no únicamente afectan al cuello de la matriz, sino a otros órganos, de manera que ya no es factible proporcionar tratamiento sino únicamente paliativos, a base de radiaciones o quimioterapia.
Cuando a una mujer se le detecta el virus del papiloma humano, debe ser sometida a un tratamiento en búsqueda de su curación; generalmente éste tiene buenos resultados cuando se sigue de la forma adecuada, pero las consecuencias pueden ser fatales si la persona no se atiende.
Se considera que el 90 por ciento de los casos que son detectados, suelen ser controlados si se detectan oportunamente, cuando éstos no han logrado afectar aún otros órganos del cuerpo.
La diferencia con el cáncer de mama, que también tiene un impacto fuerte en la salud de la población femenina, es que las causas no están bien definidas, pues se le puede relacionar con mujeres que no han lactado, quienes se embarazan muy jóvenes o aquéllas que tienen antecedentes familiares de este padecimiento.
Flores Muñoz dijo que ante una detección o diagnóstico de displasia, la paciente debe ser sometida a una colposcopía, un estudio microscópico para confirmar la existencia y nivel del padecimiento que previamente se encontró a través del examen del papanicolau.
Subregistro
La realidad es muy distinta a lo que marcan los números respecto de la incidencia y mortalidad por cáncer cérvico uterino.
La razón, es que en los dos últimos años existe un subregistro de éste y otros padecimientos, ocasionados por el hecho de que el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) no reportó la totalidad de los casos registrados, principalmente en 2003.
Esto se debe a que a partir de 2002, se estableció para todas las unidades de salud la obligatoriedad de reportar semanalmente, los casos de ingresos hospitalarios y consultas por distintos padecimientos, no sólo por la edad de la población como se venía realizando, sino también por sexo, lo que generó una sobrecarga de trabajo para el registro de las enfermedades en números.
El Seguro Social abarca el 60 por ciento de los reportes que se hacen llegar a la Secretaría de Salud sobre las enfermedades que afectan a la población.
De esta forma, en el transcurso del presente año se tienen registrados 12 casos nuevos de cáncer cérvico uterino, contra los 45 que se contabilizaron en el año 2002.
Respecto de la mortalidad, el año pasado se contaron 38 fallecimientos por esta enfermedad, mientras que en 2002 fue un total de 51.
RIESGO
Las mujeres deben practicarse la prueba del papanicolau, para la detección del cáncer cérvico uterino una vez al año y cada seis meses si reúnen una o varias características de riesgo como:
· Si comenzaron a tener relaciones sexuales antes de los 18 años.
· Tienen o han tenido relaciones sexuales con varios hombres.
· Si su pareja practica las relaciones sexuales con otras mujeres.
· Cuando tienen o se les ha detectado el virus del papiloma humano (PPH) o verrugas genitales.
· Padecen o han padecido de alguna enfermedad de transmisión sexual.
· Tienen más de 60 años.
FUENTE: Investigación de El Siglo de Torreón