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MADRID, ESPAÑA.- Un acuerdo entre Bolivia y Chile sobre la salida al mar del primer país es posible si es negociado en “la discreción diplomática”, consideró el escritor peruano Mario Vargas Llosa.
En un artículo publicado ayer por diario español El País, Vargas Llosa destacó que por primera vez desde la infausta guerra del Pacífico (1879) hay circunstancias que podrían darle a Bolivia el mar del que Chile se apoderó a raíz de ese conflicto.
La negociación deberá llevarse a cabo entre Bolivia y Chile, mientras Perú sólo debe intervenir una vez haya acuerdo y éste afecte territorios que fueron peruanos en el pasado, explicó.
Es inevitable que así ocurra, comentó el escritor peruano, porque Chile jamás aceptaría escindir su territorio -ningún país lo haría- como fórmula de solución.
“Bolivia es un país muy pobre, pero con un subsuelo con cuantiosas reservas de gas y con unos recursos hídricos que a ella le sobran y a Chile le hacen falta para desarrollar la región desértica de su frontera norte”, expresó Vargas Llosa.
Señaló que por su parte, Perú debe facilitar el acuerdo de esos países, que sólo puede beneficiarle, pues la región peruana de esa frontera sur requiere urgentes inversiones para desarrollar una infraestructura industrial, comercial y portuaria.
El hecho de que los tres países cuentan en la actualidad con Gobiernos democráticos debería “ser un acicate para el acercamiento y la apertura de negociaciones”, agregó. El escritor peruano dijo que sin embargo, para ello es indispensable que el clima de crispación que se ha creado por la reivindicación marítima actualizada por el Gobierno boliviano de Carlos Mesa, se vaya apaciguando.
Para Vargas Llosa, calmar las aguas “no será tan rápido”, pues en Chile hay ya un ambiente preelectoral en el que el nacionalismo y el chovinismo se ponen de moda, lo que dificulta la posibilidad de plantear una salida al mar a Bolivia.
El escritor recomendó pasar de la calle y las primeras planas “al más sosegado ambiente de las cancillerías, donde se grita menos y se razona más (a veces), se sopesan los intereses en juego y se entablan esos toma y daca de los que resultan los acuerdos”.
