Aseguran que en el crimen de Óscar Humberto Rivera se presentaron todas las agravantes.
GÓMEZ PALACIO, DGO.- Todas las agravantes se presentaron en el crimen de Óscar Humberto Rivera de la Riva de 18 años, alias “El Soruyo”. Además de lapidarlo y patearlo, “El Ranas” fue a su casa por una navaja y remató a su rival abatido, con dos tajazos en el cuello, estando presente “El Castor”. Los dos viciosos fueron consignados por homicidio calificado.
El agente del Ministerio Público de Delitos contra la Vida y la Salud de las Personas de la mesa dos, Óscar Menchaca Lara, informó sobre la determinación de enviar ante el Juez Penal en turno a Adrián Eduardo Acosta Arreola de 21 años, alias “El Ranas” y Marcelo Ezquivel Flores de 28 años, alias “El Castor”.
El primero de los inculpados tiene su domicilio en la calle Ignacio Altamirano número 13 de la colonia González de la Vega y el segundo vive en la calle Ricardo Flores Magón número cuatro de la misma colonia. La víctima vivía en la calle Leona Vicario número 11, en el mismo sector habitacional.
Como se informó en su oportunidad, a las 10:55 horas del domingo 25 de julio, el cuerpo sin vida de Ósacar Humberto fue encontrado en una finca abandonada ubicada en la calle 16 de Septiembre, a un costado del número ocho, lugar donde los tres sujetos acostumbran reunirse para intoxicarse a cualquier hora del día.
Entre las 2:30 y 3:00 horas del lunes, “El Soruyo”, se encontraba en compañía de Marcelo alias “El Castor”. Después llegó al lugar Adrián Eduardo alias “El Ranas” y empezaron a inhalar la pintura de los botes de aerosol. En el lugar había decenas de latas, evidencia de reuniones anteriores.
En su declaración Acosta Arreola sostiene que junto con “El Castor”, empezaron a golpear y patear a su joven “amigo”, después le dejaron caer una enorme piedra con la base plana. Esquivel Flores niega su participación; pero no evitó los hechos ni dio aviso a las autoridades.
Fue hasta las 10:55 horas del lunes, cuando un sujeto conocido como “El Gato” pasó por la finca abandonada y descubrió el cadáver. Elementos de la Dirección de Seguridad Pública Municipal (DSPM), recibieron una llamada de auxilio y acudieron de inmediato a las cercanías del canal San Antonio.
Junto al cuerpo de “El Soruyo”, permaneció en todo momento un perro callejero, color café claro con manchas blancas. El animal no se movió de su lugar, hasta que fue ahuyentado por los agentes ministeriales y de Servicios Periciales que levantaron al finado.
Agentes de la unidad 199 de la DSPM, localizaron a “El Ranas”. El sujeto tenía rastros de sangre en sus botas, también tenía manchas en el rostro y los brazos, fue detectado cerca de su casa. Al ser cuestionado aceptó los hechos y fue trasladado por los uniformados, ante la agencia del Ministerio Público.
Tras las rejas de las celdas de la Policía Ministerial, los dos inculpados esperaban su traslado al Centro de Readaptación Social. “El Ranas” guardaba silencio, no quería hablar del tema. “El Castor” negó su participación. Los dos tendrán que responder por el mismo crimen.
Cumple amenaza
“Te voy a chin...”, le dijo “El Ranas” a “El Soruyo” cuando llegó al lote baldío donde ya estaba “El Castor”. El aludido no tomó importancia al comentario y los tres “amigos” empezaron a intoxicarse con pintura en aerosol. Media hora después, “El Ranas” cumplió su palabra.
La amenaza quedó asentada en la declaración ante el Ministerio Público de Marcelo Ezquivel Flores de 28 años alias “El Castor”. Adrián Eduardo Acosta Arreola de 21 años, alias “El Ranas” tenía viejas rencillas con su víctima, Óscar Humberto Rivera de la Riva de 18 años.
Marcelo sostuvo que tres días antes del homicidio, “El Soruyo”, acompañado de su primo Mauro, le reclamaron a “El Ranas” sus intenciones de invitar a Carmen Rivera de 17 años, a intoxicarse en la finca abandonada.
Molesto por la situación que involucraba a su hermana, Óscar Humberto y su familiar apalearon a Adrián Eduardo. La madrugada del lunes 25 de julio, el ofendido aprovechó para desquitarse pero se fue al extremo.
“El Castor” asegura que después de golpear y lapidar a su oponente, “El Ranas” vio que “El Soruyo” sufría convulsiones y dijo “Todavía esta vivo, hay que matarlo”, para lo cual fue a su casa y regresó con una navaja, tomó la cabeza del caído y le dio dos tajazos en el cuello.
Al momento de su detención, “El Ranas” declaró para El Siglo de Torreón que asesinó a su rival junto con “El Castor”: “Lo que pasa es que ya bien locos nos dio por pegarle”, dijo el inculpado.
Traumatismo craneoencefálico con fractura de bóveda craneana y hemorragia cerebral, fueron las lesiones que cobraron la vida del infortunado joven. El cadáver fue identificado por Germán Rivera Reyes y Alma Lucía Rivera de la Riva, padre y hermana de la víctima.