Gran Bretaña (AP).-Para aquellos arquitectos en busca de un desafío, el Equipo Británico de Investigación de la Antártida (BAS por sus siglas en inglés) y el Instituto Real de Arquitectos Británicos tienen una propuesta interesante.
Las instituciones lanzaron una licitación para construir la próxima base de BAS en la continente antártico.
Con un terreno de hielo, completamente plano, azotado por vientos, sometido a temperaturas de 30º bajo cero en invierno -que se extiende por 10 meses- y 55 días de oscuridad absoluta, la tarea no parece sencilla.
Y por si fuera poco, cabe preguntarse qué sentido tiene invertir tiempo y energía en un edificio que será apreciado exclusivamente por sus 52 habitantes, además de algún visitante temporal y uno que otro pingüino aburrido.
El proyecto, que dispone de un presupuesto de alrededor de 35 millones de dólares, plantea retos que seguramente atraerán a arquitectos de todo el mundo.
El diseño ganador del concurso -que será anunciado en septiembre de 2005- deberá completar el trabajo dentro de los dos meses que dura el verano antártico.
Uno de los mayores desafíos, además de que la estructura debe adaptarse perfectamente a uno de los climas más extremos del planeta, consiste en proveer un hogar confortable para los residentes -científicos, ingenieros, carpinteros, cocineros, etc.- y servir a su vez de lugar de esparcimiento, ya que ir a dar una vuelta por ahí, o al cine o al teatro o al centro comercial no son -obviamente- opciones posibles para los habitantes de la base.
Tanto los materiales así como los obreros involucrados en el nuevo proyecto llegarán hasta la zona en barco y luego deberán ser trasportados en un trineo hasta llegar al sitio donde se emplazará la nueva base.