Continuamente se menciona lo deficiente que es el trabajo de la mayoría de los “legisladores”, quienes se la pasan dando “bolita” durante 364 días del año y en un día aprueban disposiciones fiscales que tienen como resultado una ola de amparos de los contribuyentes que terminan en la declaración de inconstitucionalidad de alguna norma o Ley, basta con recordar el artículo 80-A del subsidio de Impuesto Sobre la Renta de los trabajadores, la exención en prestaciones a burócratas, el Impuesto Suntuario, el Impuesto Sustitutivo del Crédito al Salario, y recientemente el cobro adicional de un peso que se había establecido por boleto de cine.
Como en una película de suspenso: Ninguno de los actores que protagonizaron el cobro adicional de un peso por boleto de cine sabe dónde quedó el dinero ni qué pasará ahora que la Suprema Corte declaró inconstitucional ese impuesto.
Los exhibidores de películas aseguraran que durante el 2003 pagaron a la Secretaría de Hacienda 141 millones de pesos por concepto del peso en taquilla, pero la dependencia rehúsa informar dónde está el dinero que debió entregar al Instituto Mexicano de Cinematografía, que a su vez afirma que sólo ha recibido 24 millones de pesos.
“En un desastre, nadie sabe nada. Los Diputados andan inventando impuestos que resultan inconstitucionales y al país le cuesta más porque hacienda tiene que devolver ahora ese dinero y con intereses”, dijo el director de la cadena Cinépolis, Alejandro Ramírez.
El “guión” que escribió el Congreso ordenó que a partir del uno de enero del 2003 la Secretaría de Hacienda cobrará un peso adicional por boleto para captar fondos que ayudaran a la producción de filmes mexicanos.
El drama llegó cuando las principales firmas distribuidora se ampararon contra la medida y se convirtió en tragedia cuando la Corte declaró ilegal dicho cobro.
Con base en cálculos de la industria del cine, se estima que entre el 2003 y lo que va de 2004 los exhibidores entregaron a Hacienda unos 260 millones de pesos.
Como en las películas mudas, la Secretaría de Hacienda guardó silencio sobre cuánto dinero recaudó, cómo lo devolverá y qué ha hecho con esos recursos.
Para los cinéfilos, sin embargo, no habrá final feliz hollywoodense: Cinemex y Cinépolis, las principales cadenas de exhibición, descartaron reducir sus tarifas ahora que ya no cobrarán el peso en taquilla.
Comentábamos la semana pasada que no necesitamos más engendros fiscales, no más impuestos, lo que necesitamos es que los actuales se perfeccionen, se administren mejor.
No permitamos más trabajo deficiente por parte de los “legisladores”, no permitamos más impuestos, exijamos lo que mas convenga a México, no a la subordinación de intereses obscuros y mezquinos.
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