“La mayor parte de la infelicidad de la gente procede de no saber estar solos en su habitación”. La afirmación anterior se le atribuye a Blaise Pascal en referencia a que por no saber hacerle frente a la soledad, ésta nos amarga la vida y por ello procuramos evadirla buscando siempre estar en compañía. Sin embargo, la soledad que duele es la que nos deja exhaustos, sin ganas para afrontar el reto diario de vivir solo; la soledad es considerada a veces como una enfermedad que es congénita al ser humano y que la mujer sabe asumir mucho mejor que el hombre, con menos miedo, aunque en el caso de la mujer, la soledad sea el resultado del desamor, de la muerte de un ser querido o del síndrome del “nido vacío”, sobre todo si no se dispone de un proyecto de vida propio e independiente del de la pareja. El miedo a la soledad es mas terrorífico y temible que el miedo a la muerte, por eso sufrimos tanto el desamor. El dolor de un hombre abandonado o la pasión que siente cuando está enamorado es igual de intenso que el de una mujer.
Los psicólogos dicen que la culpa de que tanta gente se sienta sola se debe a que por lo ocupados que estamos en tantas cosas, vivimos casi sin prestar atención a quienes viven a nuestro lado y es todavía peor la indiferencia con la que vemos las imágenes que nos muestran los medios de comunicación donde la violencia doméstica, los maltratos a los niños, la pederastia y la muerte de gente indefensa son el pan nuestro de cada día. La televisión ha desmitificado el dolor y la muerte. Hay muchas maneras de combatir la soledad y una de ellas puede ser la de recuperar viejos amigos, adquirir hábitos como la lectura, la conversación, reiniciar los estudios que abandonaste al casarte…..todo, menos dejar que la soledad se instale en tu casa y tome las riendas de tu vida.
Siempre hay remedios para todos los males y si no existen, alguien los crea. Alter Ego es un centro de encuentro donde va gente que por distintos motivos, no tiene el tiempo o la habilidad para hacer nuevos amigos, esta empresa, es un centro especializado en relaciones humanas. Los que acuden a Alter Ego lo hacen por diferentes motivos, en el caso de los hombres, la movilidad en el trabajo es una de las principales causas y en las mujeres, los motivos son la separación, el divorcio o la viudez. La empresa tiene una directora con un equipo de especialistas y es propiedad de dos abogadas, quienes después de algunos años de ayudar a la gente a divorciarse, consideraron que había llegado el momento de practicar todo lo que habían aprendido ejerciendo el derecho.
La oportunidad la percibieron al darse cuenta de la gran cantidad de gente “descolocada” que hay en todas partes, un fenómeno típico de las grandes ciudades que afecta a mujeres y hombres que, una vez que se separan, se quedan sin amigos o sin lugares a donde ir. No todas las personas que acuden a Alter Ego son personas solitarias, también llegan parejas que buscan ayuda de las psicólogas para encontrar la manera de resolver problemas comunes.
Las abogadas que iniciaron esta empresa tuvieron, por supuesto, algunas dificultades al principio. La más importante de todas, los tabúes que tenía la gente al confundir este nuevo negocio con los de ligue puro y duro. A través de una campaña publicitaria muy bien diseñada evitaron que hubiera estos equívocos y lograron mentalizar a la gente de que se trata de un gabinete pedagógico en el que además de conocer a gente nueva, te enseñan a relacionarte. Obviamente que las primeras en responder solicitando los servicios de este nuevo negocio fueron las mujeres y más lentamente, los hombres. Todos con un nivel económico medio-alto y con un nivel cultural más que aceptable, tienen en común una alta dosis de soledad y la gran mayoría se definen como “sufridores” de una ruptura matrimonial o sentimental.
Los problemas de quienes acuden a esta empresa, no se tratan en forma frívola y se ha vuelto a comprobar que la publicidad más económica y más efectiva es la de boca en boca, esto ha animado a mucho más gente a solicitar los servicios. En los cuatro años que lleva funcionando, han atendido a más de seis mil personas, todas intentando empezar una nueva vida; el 68% han encontrado pareja y el 34% se casan y lo más sorprendente es que son las mujeres las que más miedo tienen a dar el paso definitivo, o sea, a comprometerse. El método al parecer es infalible: una vez que la psicóloga les hace la ficha y les pregunta que quieren y que necesitan, les pone en contacto con las personas más afines para que se conozcan. El tener claro cuál es el perfil de la persona ayuda mucho a los psicólogos y aún encontrada a la persona que parece idónea, la “química” a veces funciona y otras no y si esto último sucede, pues, a volver a empezar, si la relación no cuaja, la búsqueda continúa.
Quienes acuden a Alter Ego son hombres o mujeres que han pasado la barrera de los cuarenta, buscan compañeros con quienes compartir afinidades y paliar su soledad pero, lo más curioso, las mujeres no quieren un hombre que se les pegue como chicle y les reste libertad de movimientos. Como la mayoría son separadas, viudas, divorciadas o tienen una profesión con que solventar sus necesidades económicas, se sienten más libres a la hora de elegir un compañero con quien compartir sus horas de ocio. La mujer madura y con experiencia es más exigente a la hora de buscar pareja, hace treinta años, se conformaban con lo que les cayera en suerte, ahora no. Les gusta que el hombre se cuide físicamente, que tenga sentido del humor y, sobre todo, que tenga experiencia.
La empresa Alter Ego está establecida en Madrid, España, ¿Será el tiempo de establecer una empresa similar aquí? Emprendedoras de seguro existen.
Comarca Lagunera.
Agosto de 2004.
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