Así le llaman los ingleses, en nuestro idioma, lo podemos traducir como hostigamiento laboral. El término es rudo ya que hostigar viene del latín y significa fustigar, azotar, pero el hecho se da en muchas organizaciones; mediante el hostigamiento laboral se persigue, humilla y molesta a empleados de las empresas con el objeto inmediato de amargarlos y hacerles la vida imposible en su trabajo para que terminen “voluntariamente” renunciando a él casi dando las gracias de haber terminado su relación laboral, ya que al hacerlo se sienten liberados de una pesada carga que les imponen en su espalda a través del hostigamiento. Temas como éste no son agradables, sin embargo son reales y es necesario afrontarlos.
Algunos jefes de departamento o gerentes, y a veces hasta directores de empresas, aplican el hostigamiento contra algún empleado seleccionado y realizan una persecución continua contra la persona elegida para conducirla a una situación psicológica que le impida afrontar día a día su ambiente de trabajo hasta llevarla a condiciones insostenibles para terminar en una baja laboral médica o en una renuncia, marchándose de la empresa sin saber que hacer pero sintiendo alivio por el hecho de terminar de esa forma con el hostigamiento. Además de los costos de reclutamiento y selección del sustituto de la persona que renuncia, el hostigamiento da como resultado una persona totalmente deshecha, frustrada y afectada en su autoestima por mucho tiempo o tal vez por el resto de su vida, dependiendo ello del carácter de la persona afectada. Si usáramos el término de moda, podríamos decir que el hostigamiento es “terrorismo” laboral.
Los psicólogos dicen que las personas que se encargan de llevar a cabo el hostigamiento laboral prácticamente tienen rasgos de psicópatas, son personas totalmente inseguras en su propio trabajo y usan el puesto que ostentan para realizar actos que serían incapaces de realizar si no ocuparan el cargo que se les ha conferido; ejercen el hostigamiento laboral contra cualquier persona que no sea de sus simpatías o que les cause temor de arrebatarles su propio puesto de trabajo; su inseguridad profesional les lleva a un estado de auto defensa y por ello, carentes de cualquier escrúpulo, hacen el trabajo sucio de hostigar, gozando en hacerlo. Evitando según ellos, el peligro de que los desplacen, no dudan en destrozar a alguien si ello significa afianzarse más en su puesto.
El hostigamiento laboral no debe confundirse con una discusión puntual, totalmente relacionada con el trabajo y causada por una divergencia de criterios que se soluciona a través del dialogo, estos hechos ocurren, pasan y se olvidan además de ser naturales y muy positivos para la empresa pues enriquecen las ideas y fomentan que todos participen y aporten. Por hostigamiento laboral se entiende el conjunto de daños psicológicos hechos a una persona, en su jornada de trabajo en forma continua, día tras día hasta que se vuelven crónicos con el objetivo muy bien definido de eliminar a la persona a quien va dirigido, hasta lograr desprenderse de ella. Con el hostigamiento laboral, las relaciones humanas se degradan causándole al afectado una situación de autentico infierno, el hostigamiento laboral es la crueldad ejercida sutilmente y con cobardía por parte de quien lo ejercita.
Esta plaga desafortunadamente, está presente en muchas empresas mexicanas, públicas y privadas, causa efectos nocivos para todos, no solamente para el directamente afectado; todo el personal se percata de ello y se crea una situación de estrés que mantiene a todos a la defensiva desperdiciando energía productiva y creando baja moral entre todos los miembros del equipo. El hostigamiento laboral comienza jerárquicamente de arriba hacia abajo y es síntoma inequívoco de una mala gestión empresarial. Quien lo ejercita lo hace por incompetencia y mala fe, para cobijar todos sus errores y sus propios desastres empresariales, optando cobardemente por el régimen del terror enviando con ello a todos, un mensaje claro y amenazador para que nadie vaya a intentar descubrirlo.
A final de cuentas, quien realmente resulta más afectada con la presencia del hostigamiento laboral, es la empresa misma y ello se refleja en los resultados; sin embargo, como muy pocas empresas se someten al juicio de una auditoria externa de la gestión empresarial, pocas veces se puede detectar el problema para poder ponerle solución inmediata. Si el hostigado es una persona con carácter pobre y débil de criterio, el hostigador encuentra la mesa puesta para arremeter contra ella porque sabe que no va a encontrar resistencia para derribarla moral y psicológicamente marcándola así, probablemente , para toda su vida. Los factores más importantes para combatir el hostigamiento empresarial lo son la entereza y el carácter de la persona afectada. Si la persona hostigada es de carácter y criterio personal fuerte, normalmente, el hostigador, persona insegura y cobarde, pensará como hacerle la vida imposible, lo meditará y tal vez le tenga miedo y respeto e incluso finalice por dejarlo en paz, aunque siempre estará esperando la oportunidad para arremeter contra la persona hostigada. Esta última por lo tanto, debe mantenerse en guardia permanente hacia su hostigador aunque eso no es nada agradable de soportar día tras día. Una buena defensa del hostigado lo es un ataque decisivo y determinante contra el hostigador invirtiendo de esta manera los papeles pues el hostigador original se convierte en hostigado. Otras veces, si el hostigado tiene suficiente carácter y madurez, aprovecha positivamente los ataques procurando superarse dando como resultado un trabajo cada vez más eficiente convirtiendo así la energía negativa del hostigador en energía positiva del hostigado.
Comarca Lagunera. octubre , 2004.
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