EL SIGLO DE TORREON
Nada justifica a nadie el hecho de hacerse justicia por su propia mano, la desesperación que lleva a la turba a linchar a quienes considera delincuentes ha sido motivada por la incapacidad de las autoridades para hacer justicia y darle el castigo correspondiente a quienes violan las leyes. En su afán por satisfacer los reclamos de la sociedad, las autoridades han despedido de sus puestos a algunos funcionarios a quienes culpa de no actuar con la celeridad requerida para rescatar a tiempo a los policías que sufrieron las agresiones de la turba. Los responsables de los linchamientos deben ser juzgados conforme a derecho, las investigaciones deben ser concluyentes sin lugar a dudas para que quienes causaron esta tragedia sean castigados en consecuencia. Por otra parte, las autoridades deben entender que la sociedad ya está harta de la inseguridad y la violencia y todos demandamos resultados efectivos de inmediato, no solo en este caso, sino en todos los casos en los que se ponga en riesgo la vida y el patrimonio de los ciudadanos. Sin embargo, en su desesperación por dar resultados a la sociedad encontrando, juzgando y castigando a los responsables, si las autoridades no actúan de forma que sus investigaciones sean con estricto apego a los procedimientos judiciales y dentro del marco estricto de la ley, seguirán generando entre la gente la duda de su eficiencia al pretender “fabricar” culpables para demostrar que actúan de manera expedita y eficiente.
He recibido de un buen amigo, el comunicado del Director General del Grupo FEMSA, José Antonio Fernández Carbajal en el que se explica detalladamente la forma totalmente injusta y fuera de los más elementales procedimientos judiciales en que uno de los trabajadores de este Grupo ha sido involucrado en los hechos de San Juan Ixtayopan, Delegación Tláhuac. El Director General de FEMSA puntualiza que esta empresa hará todo lo que esté a su alcance para evitar que los derechos del trabajador Sergio Montealegre Jardines, quien presta sus servicios en el equipo de seguridad de FEMSA, sean atropellados por las autoridades y pide la ayuda de la ciudadanía para que exijamos que se actúe con estricto apego a derecho. Los empleados del Grupo FEMSA seguramente están orgullosos de pertenecer al mismo, su director general afirma que todos tienen el compromiso moral para defender a su compañero y no permitirán que ninguno de sus trabajadores sea lesionado en su honor de esta manera; afirma también que en casos como éste, todos los empleados de este Grupo actuarán como uno solo en defensa de quien sea agredido de esta forma. A través de los años, los principios del Ideario Cuahutemoc que fielmente seguía Don Eugenio Garza Sada continúan vigentes pues con esta defensa que la empresa hace a favor del Sr. Montealegre Jardines luchan por que la verdad no se altere y demuestran también que reconocen el enorme valor del cada trabajador.
Sergio Montealegre labora desde hace 14 años como guardia de seguridad. En el desempeño de sus funciones ha tenido una conducta intachable, es un deportista de alto rendimiento, pero sobre todo es un padre de familia y esposo ejemplar. El 23 de Noviembre a las 18:35 hrs. Se reporta que los habitantes de San Juan Ixtayopan tenían detenidos a dos sujetos que intentaron secuestrar a dos menores de una secundaria. A las 19:30 hrs. Llega Montealegre a su domicilio ubicado en Educación Tecnológica # 40 Col. Peña Alta, San Juan Ixtayopan, delegación Tláhuac. A las 19:35 hrs. El reportero Eduardo Meléndez y el vigilante al volante, Luis Coronilla de Radio Monitor, tocan a la puerta del domicilio de Sergio Montealegre para solicitar el teléfono (no recibían señal en sus celulares). La familia Montealegre acepta facilitar el teléfono a los reporteros.
De las 19:35 a 21:20 hrs. El reportero y el vigilante tuvieron contacto permanente con Montealegre Jardines. Meléndez y Coronilla se retiraron del domicilio de Montealegre hasta después de consumados los hechos. A Melendez y Coronilla les consta que durante los hechos Montealegre Jardines estuvo en su domicilio. El 24 Noviembre a las 18:30 hrs. Elementos de la AFI, allanan el domicilio de Sergio Montelaegre aprehendiéndolo sin mediar orden de cateo y más importante sin mediar prueba alguna de su participación en los hechos. La única imputación en contra de Segio Motealegre consistente en la declaración ministerial de Francisco Ivan Got Ulloa de 15 años de edad sobre los hechos sucedidos en Tláhuac. Got Ulloa involucra en forma dudosa y contradictoria a Montelaegre.
Las pruebas ofrecidas en defensa de Sergio son: declaraciones testimoniales del reportero de Radio Monitor, Eduardo Meléndez y del “vigilante al volante” de Radio Monitor, Luis Coronilla; además, en ninguna fotografía o video de la tragedia aparece Sergio Montelaegre. Tres indiciados que participaron en los hechos dicen conocer a Montealegre por ser vecino y no lo señalan como participante en los hechos, el policía sobreviviente, Edgar Moreno Nolasco, reconoce a 14 de los 29 detenidos como participantes en los hechos y no menciona entre ellos a Montealgre, prueba Documental Pública, emitida por la Policía Auxiliar que acredita el horario de trabajo que cubrió Montelaegre el día 23 de noviembre, de las 06:00 a las 18:00 horas y Documental Privada de la empresa donde labora Montealegre señalando su antigüedad y conducta intachable.
La única prueba de cargo es el Testimonio Ministerial del menor Francisco Iván Got Ulloa obtenido 9 horas después de la detención de Sergio Montealegre. Got Ulloa manifiesta presenciar los hechos desde un lugar que se encuentra aproximadamente a 200 mts de distancia de la casa de Montealegre, frente a la cual se inicia el linchamiento. El Juez cita al menor a declarar dentro del término constitucional. El notificador informa que no se encuentra nadie en el domicilio proporcionado y los vecinos no dan razón de él.
Las deficiencias del proceso son: la juez le da más valor a la declaración ministerial de un menor que no se identifica, que cita y no asiste, que a la de tres personas que citan y asisten a la audiencia y las cuales son interrogadas en presencia de la propia juez. La Juez fundamenta su auto de formal prisión en un testigo único (el menor), contrario a lo establecido por Jurisprudencia de La Suprema Corte, de observancia obligatoria, que establece: a) que “el testimonio aislado de una persona no basta para fundar un auto de formal prisión.” y b) que el testimonio de dos o más testigos en el mismo sentido hacen prueba plena. La Juez viola las garantías individuales de Sergio al no hacerle saber el nombre de su acusador (el menor) y los delitos que éste le imputan. No existe acusación en su contra al momento de su detención. Allanaron su domicilio sin orden de cateo, realizando una detención con lujo de violencia (dicha detención fue captada por Televisión Nacional). El principio de presunción de inocencia obliga al ministerio público a demostrar la culpabilidad de Sergio, y no a éste su inocencia.
El Grupo FEMSA hace lo correcto al defender a uno de sus trabajadores que es acusado injustamente y que es además victima de los abusos y las fallas en los procesos judiciales, de no defenderlo, la familia de Sergio será una familia en desgracia ya que él quedará marcado para toda la vida por un delito que no cometió. Si se hace justicia dejando en libertad a Sergio Montelaegre Jardines, las autoridades simplemente dirán como siempre sucede en estos casos: “usted perdone”.
