El resto de los miembros del contingente serán replegados totalmente hasta el 20 de agosto, dijeron autoridades de Filipinas.
16 de julio 2004.
Manila, (EFE).- Las tropas filipinas prosiguen hoy su retirada de Irak, mientras Washington y sus aliados insisten en el error de la decisión y en Manila ya se teme a un recorte de la ayuda estadounidense.
La ministra de Asuntos Exteriores de Filipinas, Delia Albert, quien el miércoles anunció una retirada gradual de las tropas para salvar la vida de un civil filipino secuestrado en Irak, confirmó que el jefe del contingente humanitario y otros diez efectivos abandonarán hoy mismo el país árabe.
En un comunicado leído hoy ante las cámaras de la televisión local, Albert agregó que "el resto de los miembros del contingente serán replegados muy pronto".
"Los esfuerzos continúan para garantizar la liberación segura de Angelo de la Cruz", manifestó la titular de Exteriores en referencia al civil filipino que fue secuestrado la semana pasada en Irak cuando conducía un camión cargado de combustible hacia Arabia Saudí.
Los secuestradores, que dicen pertenecer a una brigada del denominado "Ejército Islámico de Irak", exigen la retirada de las tropas filipinas, de lo contrario amenazan con matar al rehén.
El Gobierno de Manila contaba en Irak con 51 efectivos, entre soldados y policías, pero a principios de esta semana retiró a ocho de ellos y hoy la ministra anunció la vuelta a casa de otros once, incluido el jefe de la misión.
Las autoridades comunicaron que terminarían la retirada de sus tropas para el 20 de agosto, cuando vence su compromiso con la coalición de fuerzas en Irak, pero los secuestradores dieron como ultimátum el 20 de julio, plazo que ahora han ampliado al primero de agosto.
En un video difundido el jueves por la cadena qatarí "Al Yazira", Angelo de la Cruz, un camionero filipino de 46 años y padre de ocho hijos, agradeció al Gobierno de Manila la retirada de las tropas y también afirmó que pronto volverá a casa.
Asimismo, pidió a la presidenta Gloria Macapagal Arroyo que se mantenga firme en su decisión de retirar las tropas de Irak, un compromiso que ha levantado las críticas de las naciones aliadas de Estados Unidos.
En declaraciones a la emisora "Southers Cross Radio", el primer ministro de Australia, John Howard, calificó hoy de "error" la decisión de Manila y manifestó que "puedo entender el dolor del Gobierno filipino (...), pero si ceden no evitarán que ocurra de nuevo".
El embajador estadounidense en Manila, Francis Ricciardone, señaló ayer que su país y Filipinas seguirán siendo aliados, pero aún así comentó que "éste es el momento del verdadero test al país", según recoge el diario "The Philippine Star".
En Manila, diplomáticos y analistas empiezan a temer que el Gobierno norteamericano, que ha entregado millones de dólares para la lucha antiterrorista en Filipinas, así como en programas de desarrollo, pueda reducir estas ayudas, contando con que esta nación es el principal aliado de Washington en el Sudeste Asiático.
"Filipinas no sólo se enfrenta a un drástico recorte de la ayuda sino también a la pérdida de contratos multimillonarios en la reconstrucción de Irak", advirtió el australiano Peter Wallace, uno de los más reconocidos asesores económicos en Filipinas.
Pese a todo, la decisión adoptada por la presidenta Macapagal Arroyo ha sido aplaudida por la sociedad filipina en general, incluidos políticos e influyentes miembros de la Iglesia Católica.
El presidente del Senado, Franklin Drilon, en nombre de toda la Cámara Alta, ofreció su apoyo a la decisión del Gobierno en "pro de los intereses nacionales".
Destacó que esta decisión no irá en contra de la guerra global contra el terrorismo e insistió en que Estados Unidos y los demás aliados deberían entender que tenemos a millones de ciudadanos desarmados en Oriente Medio.
"Entiendo que si Estados Unidos tuviera a millones de sus ciudadanos en Oriente Medio, su política sería diferente", aseveró Drilon en defensa de la decisión del Gobierno.
El presidente del Senado se refería así a los emigrantes filipinos que trabajan en esa parte del mundo y que sus millonarias remesas de dólares contribuyen al desarrollo económico del país.