Una oración por él: Por ese joven que espera amorosamente la llegada de su primer hijo. Para que sepa encontrar en los siguientes veinte años el sabio equilibrio entre el trabajo y la familia.
?Porque ubique como su primera prioridad las necesidades de ese ser humano, hasta hacer de él un elemento feliz, productivo, y satisfecho de haber venido al mundo.
Una oración por el padre biológico que no ha sabido responder a la gran responsabilidad de plantarse frente al hijo como sustento, ejemplo y guía. Por aquel hombre que vive una vida por duplicado, en perjuicio de ese niño que lo ama, que espera todo de él, y siempre habrá de justificarlo.
Hoy recordamos a ese padre que no ha tenido la visión para asimilar que las necesidades del hijo van más allá del plano material. Encontrando absurdos asuntos que son vitales para un pequeño de seis o siete años. Una oración para que él tenga la amplitud de perspectiva y alcance a ver las cosas más pequeñas.
?Que no caiga en el hábito de hacer del trabajo la celosa amante que le roba tiempo para su familia; que la rutina no gane sobre la emoción de la convivencia o el reto de la creatividad.
Una oración para ese padre que sufre cada día de pago diseñando estrategias para cubrir las necesidades de la familia con lo bien habido. Para ese hombre que se cuida del dinero fácil, apegado a sus principios, convirtiéndose por el camino duro y ascendente, en modelo para sus hijos.
Asimismo, rogamos para aquel padre que sucumbe ante la ocasión de resolver un problema económico pagando luego un precio muy elevado, el de la dignidad, la integridad o la vida. Que sus hijos sepan entender que finalmente ellos estaban en su corazón cuando obró de esa manera, aunque el modo de hacer las cosas no haya sido el apropiado.
Una oración para esos padres que pasan este día en prisión, algunos de ellos solos u olvidados. Para aquéllos que han aprendido por el camino difícil que la vida es una parcela de cultivo, y que vivimos de nuestras propias cosechas.
Están en nuestro pensamiento hoy los padres enfermos, para quienes este día puede ser una jornada de dolor físico, de impotencia, de nostalgia por un ayer cuando la fortaleza los asistía como pilares y ejes de su familia. Hoy cuando el sufrimiento los hace suyos, encontrarán el bálsamo reparador de unas manos amorosas que los cuidan y consuelan, y hallarán la ocasión de crecer en humildad.
Una oración para esos hombres afortunados que hoy festejan en grande su día, que el cielo les conceda una ocasión de armonía, risas y sana convivencia. Que los guarde de los excesos que llegan a convertir las fiestas en tragedias, y las fechas felices en celebraciones trágicas.
Para esos padres maravillosos que conservan día con día la capacidad de asombro con cada pequeño logro de los hijos. Por quienes caminan orgullosos y felices de la mano de sus niños, dando gracias al cielo por la oportunidad que no a todos es dada, de entender la vida de un modo renovado.
Una oración por esos padres para quienes el hijo es un individuo único, con personalidad propia, digno de ser tratado como se trata al mejor de los amigos. Por esos adultos que se cuidan de imponer su poder de maneras violentas, ultrajando los derechos de los menores.
Están en nuestra mente los padres que se preocupan activamente por el progreso escolar de cada uno de sus hijos. Por quienes entienden que cada cual es distinto, y que establecer comparaciones nunca dará los mejores resultados.
?Por esos padres que se dan a la tarea de escudriñar las potencialidades de cada hijo, y luego actúan sabiamente para encauzarlas para el provecho del hijo y el bien de la sociedad.
Una oración para esos padres que ponen a los hijos por encima de cualquier otra cosa en este mundo, sabiéndose privilegiados a través de la existencia de sus hijos.
Por aquéllos que educan con el ser, más que con grandes discursos que tantas veces resultan incongruentes con la realidad. Por aquéllos que renuncian a un determinado satisfactor teniendo en su corazón la imagen bendita de sus hijos.
?Finalmente, vaya una oración por los padres que han partido de nuestro lado, habiendo cumplido hasta el último momento con el cometido de proveer, sostener, encauzar e impulsar a quienes vienen siguiendo sus huellas. Ellos, hoy serenos, quienes particularmente en este día nos obsequian con una sonrisa que entiende nuestro corazón.
