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¿Contrarreforma educativa?

Gabriel Castill

Después de muchos rodeos, finalmente se presentó de manera oficial el Proyecto de Reforma Integral para la Enseñanza Secundaria, el cual se asume como cumplimiento de una oferta de campaña del presidente Fox que contempla, entre otras cosas, reducir materias, “actualizar” los planes de estudio y mejorar escuelas en todo el país. El proyecto surge de la Subsecretaría de Educación Básica, cuyo responsable es un destacado panista, el maestro en Ciencias con especialidad en Oceanografía costera Lorenzo Gómez Morín Fuentes, quien además es nieto del fundador del PAN don Manuel Gómez Morín. Menciono estos datos biográficos porque pueden más adelante contribuir a explicarnos el sentido que se pretende dar a la “Nueva Propuesta”.

La Reforma Integral de la Educación Secundaria se busca establecer a partir del ciclo lectivo 2005-2006. ¿Será posible? La pregunta desde luego se orienta a cuestionar las condiciones de posibilidad para la implementación de la reforma. Los maestros de secundaria, quienes son realmente los responsables directos de la aplicación de la nueva propuesta con sus alumnos en las aulas, ¿ya la conocen a fondo? ¿Han tenido oportunidad de discutirla, de opinar sobre ella, de proponer alternativas a la misma? ¿Y el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación ya la avaló? ¿Sus equipos técnicos la estudiaron en serio? ¿Se revisaron las repercusiones negativas en lo laboral? ¿Se valoró el impacto en los alumnos por la reducción de contenidos en materias como Historia?

La parte del proyecto con la que todo el mundo está de acuerdo es la relativa a mejorar las escuelas secundarias en su infraestructura y equipamiento. Es necesario, sin duda alguna, que se apliquen mayores recursos a esas instituciones y en general a todas las del nivel básico. En lo que no hay consenso es en lo relacionado con la pretendida modificación curricular, pues se ha encontrado al estudiarla que va orientada al empobrecimiento de los contenidos académicos, así como a no permitir la articulación entre asignaturas. El caso del tratamiento dado a la línea social hace evidente lo señalado, ya que el abordaje de los contenidos de Geografía, Historia y Formación Cívica que actualmente se da simultáneamente a lo largo de tres años, se pretende separar y concentrar en un año cada una de estas asignaturas, esto es, la Geografía sólo se estudiará en primero, la Historia en segundo y la Formación Cívica en tercero. ¿Ya se analizaron las ventajas o desventajas de esto con la participación de los profesores de esas asignaturas? ¿No es acaso pedagógicamente recomendable que las nociones fundamentales de espacio y tiempo se trabajen dosificada y articuladamente, a través de la vinculación de las materias de Geografía e Historia a lo largo de la educación secundaria? ¿No es preferible que durante los tres años consecutivos los estudiantes, que viven una etapa difícil por su edad, busquen con la ayuda de sus profesores la aplicación de conocimientos y valores, orientados a una mejor convivencia social y al desarrollo de conductas apegadas al civismo y a la ética?

Son muchas las preguntas que podemos formularnos los profesores, los padres de familia y los propios alumnos de las escuelas secundarias respecto a la pretendida reforma. Las respuestas debemos construirlas colectivamente, una vez que se haya socializado la propuesta y que hayamos tenido la oportunidad de analizarla, de discutirla. En nuestro gremio no podemos ni debemos aceptar calladamente una imposición en este asunto de enorme trascendencia, pues estaríamos como docentes renunciando a nuestro derecho a defender nuestra materia de trabajo. En algunas regiones del país, especialmente en el centro, ya se empiezan a generar reacciones en contra de la Reforma Integral de la Educación Secundaria, no sólo por parte de maestros de grupo que se han organizado para estudiarla, sino también de directores, supervisores y jefes de enseñanza.

Además en el ámbito sindical, la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) ha catalogado la reforma como “un modelo de escuela empresarial” que busca afectar la fuente laboral de los trabajadores sindicalizados con la reducción de materias y contenidos. De acuerdo con su propio análisis, consideran que de implantarse la propuesta se disminuirán aún más los elementos racionales y de creatividad, dando preponderancia a lo que llaman modelo de enseñanza pragmática y de “competencias básicas”, para el ejercicio inmediato en el mercado laboral. La CNTE hace un llamado a los trabajadores a resistir esta nueva embestida del Gobierno foxista; a organizarse en los centros de trabajo para someter a revisión, a estudio, la propuesta, a construir proyectos alternativos de educación y de enseñanza.

Vale la pena abrir el debate sobre este importante asunto. Algunos consideramos que más que una reforma es una contrarreforma educativa con tintes políticos. Ahora resulta que no es importante para un estudiante de secundaria conocer cómo y dónde surge históricamente el concepto de democracia, o cómo han evolucionado los sistemas políticos y los tipos de Gobierno en el mundo. La reforma en los términos que se plantea conlleva el riesgo (¿o la intención?) de provocar en los estudiantes un mayor rechazo por la línea social, en especial por el estudio de la Historia, entre otros efectos negativos que es pertinente revisar y discutir.

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