Durango

Contrata a dos mujeres para asesinar a su esposa

Inicia investigación con reaparición de presunta víctima

Debido a las constantes humillaciones de las que era víctima y los celos que le provocaba el comportamiento de su mujer, Juan Serrano Álvarez, minusválido de 60 años de edad, mandó matarla.

Para tal fin contrató a dos mujeres, quienes conmovidas por su situación accedieron a realizar la tarea, sólo que en sus intentos dieron por muerta a su víctima, quien quedó con vida y luego de su repentina aparición dio pie a las investigaciones que finalmente revelaron toda la verdad respecto del fallido asesinato.

El autor intelectual y las presuntas homicidas, Gabriela y Olga Lidia, de apellidos Chávez García, de 33 y 18 años, respectivamente, fueron presentadas a los medios de comunicación, luego de que personal de la Sección de Homicidios se abocó a las pesquisas para dar con el confuso plan para matar a la señora Angélica de la Cruz Saucedo, de 42 años, vecina de la Colonia Industrial Ladrillera.

Hechos

De cierto tiempo a la fecha, Juan Serrano Álvarez, según lo manifestó sin ningún arrepentimiento, estaba cansado de las burlas de que era objeto por parte de su esposa, quien no conforme con hacer mofa de su impedimento para caminar, lo engañaba continuamente pasando incluso frente al domicilio de ambos acompañada de diferentes sujetos con los que sostenía amoríos.

Furioso y con deseos de venganza, el ofendido fraguó el plan y para ello compartió su historia con Gabriela y Olga, mujeres que atendían un puesto de gorditas ubicado por Prolongación Pino Suárez, cerca de la colonia Industrial Ladrillera donde tiene su domicilio.

La necesidad económica y las reiteradas veces que lo escucharon acabaron por convencer a las dos comerciantes, hasta que finalmente acordaron que el precio por el ?trabajo? sería de cuatro mil pesos, con 500 de anticipo, que de inmediato repartieron entre las dos.

Cumplen encomienda

Todo estaba listo. El embarazo de cuatro meses que presentaba Olga Lidia no le impidió convencer a su hermana para cumplir la promesa que días antes habían hecho al sexagenario. Era el lunes por la noche.

Gracias a que la víctima era también su conocida, fue posible invitarla a dar una vuelta en carro; con engaños la llevaron a la colonia Benito Juárez y tras bajarla trataron de arrojarla al canal, pero en ese momento no llevaba agua.

No había marcha atrás, la suerte de Angélica estaba echada y como ya sabía sus intenciones, la única solución era matarla a como diera lugar. El vehículo de nuevo cambió su recorrido, ahora iban a la carretera Durango-México y en el camino que comunica a El Saltito con la población de Los Berros, perteneciente a Nombre de Dios, bajaron a su víctima.

Más que odio, la desesperación las motivó. La golpiza no se hizo esperar: puñetazos y patadas cayeron sobre la humanidad de Angélica, que apenas alcanzaba a comprender lo sucedido. Casi al punto de la inconsciencia y sin poderse mover, la víctima trató de levantarse, pero el golpe seco de una roca de aproximadamente 15 kilos la dejó inmóvil.

Al darla por muerta, asieron el cuerpo por los pies y lo arrastraron varios metros entre los matorrales, creyendo que por fin el trabajo estaba hecho. Una de ellas tomó el objeto contundente y por el camino, cerca del paraje denominado ?Siete Curvas?, se deshizo de éste para no dejar huella alguna del homicidio.

Sobrevive

La boca le sabía a sangre, la cabeza le dolía. Recordaba poco de lo que había ocurrido. En medio de la oscuridad, Angélica logró ponerse de pie y sin saber cómo consiguió llegar a la carretera, donde fue auxiliada por automovilistas; fue llevada hasta la sala de Urgencias del Seguro Social, donde fue internada.

Aturdida por los golpes, declaró ante el Ministerio Público que dos sujetos la subieron a un vehículo de color azul y trataron de ultrajarla. Las investigación se enfocó a dar con el paradero de los presuntos violadores y el carro.

Las investigaciones acabaron por dar con los autores intelectuales y materiales del atentado. Antes de aceptar su culpa, los implicados vacilaron en declarar por el castigo que les espera.

Ante los medios señalan arrepentimiento. Olga Lidia dice que pronto será madre, mientras su hermana afirma que dejará desprotegidos a sus dos hijos. Juan no da muestras de remordimiento, sólo mencionó que estaba cansado de tal situación.

VERSIÓN

Desestiman crédito

Versiones de los elementos que se hicieron cargo de la investigación informaron que la versión que proporcionó la mujer era poco creíble; hasta pensaron que se dedicaba a ejercer la prostitución dadas las condiciones de la versión inical.

En medio de la claridad que tomaron los hechos, Angélica fue exonerada de las imputaciones que había sobre ella. Ahora se recupera de sus lesiones, principalmente del traumatismo de cráneo que sufrió por el peso de la roca. Entre tanto, espera no volver a ver más a su marido, pero eso lo hará saber en su declaración ministerial.

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