SUN-AEE
LOS ÁNGELES, EU.- Hace unos días, Jessica Simpson pasó una de las vergüenzas más grandes que ha tenido en su vida al ser sacada de un bar por los elementos de seguridad.
Según dicen testigos de esa noche, por defender a una de sus amigas, quien tenía una acalorada discusión con un hombre en el bar, a Jessica le tocó de perder ya que fue sacada del lugar.
La gente de seguridad le pidió a la actriz que abandonara el bar porque ya no era bienvenida, lo que causó el llanto de la cantante.
Ella inmediatamente le habló por teléfono a su esposo para que fuera por ella.
En minutos, Nick, su esposo, llegó al bar para calmarla y de paso decirles a los del bar que se olvidaran de que algún día ellos fueran a pisar ese lugar.
Jessica juró y perjuró que jamás iba a meter las narices donde no la llaman.