La propuesta consiste en fusionar la PGR y la Secretaría de Seguridad Pública.
EL SIGLO DE TORREÓN
GÓMEZ PALACIO, DGO.- La transformación de la Procuraduría General de la República (PGR) en la Fiscalía General de la Nación y su fusión con la Secretaría de Seguridad Pública (SSP), cobra mayor fuerza al ser una iniciativa que será enviada al Congreso por el presidente Vicente Fox. “Los beneficios podrían ser muchos, pero es aventurado hablar de buenos resultados”, opina Joaquín Saucedo Flores, subprocurador de Justicia en la Comarca Lagunera de Durango.
La citada iniciativa también contempla que la Agencia Federal de Investigación (AFI) y la Policía Federal Preventiva (PFP), integren una entidad que actuará como policía federal y bajo mando del Ministerio Público de la Federación y bajo ese concepto, la presunta reforma debe conllevar a una reforma constitucional, señala Gilberto Estrada Quiñones, comandante regional de la Policía Ministerial.
“Alejandro Gertz Manero, titular de la SSP, está muy interesado en la fusión de las policías que investiguen y consignen los casos, pero en esos términos, la idea atenta contra los artículos 16 y 21 de la Constitución”, advierte Saucedo Flores.
Por su parte, Estrada Quiñones piensa que es buena la propuesta, porque ha funcionado en muchas policías en la prevención e investigación, donde las estadísticas serían compartidas y así se pueden planear las estrategias.
“Pero hay que tener cuidado, que un policía vuelva a tener fe pública podría revertirse”, señala el jefe policíaco al existir el riesgo de volver al antiguo esquema de persecución de delitos, donde la confesión era la reina de las pruebas.
El Gobierno Federal le apuesta a la evolución del sistema de procuración de Justicia desde que creó la Secretaría de Seguridad Pública y desapareció a la Policía Judicial Federal para darle paso a la Agencia Federal de Investigación en 2001.
La última modificación en el mismo sentido se llevó a cabo en junio de 2003 cuando se reestructuró la dependencia y se creó la Subprocuraduría de Investigación Especializada contra la Delincuencia Organizada (SIEDO), dedicada al combate del lavado de dinero, narcotráfico, terrorismo, secuestro, tráfico de armas, de personas, robo y prostitución de menores, entre otros delitos.
“Actualmente, el problema está en que al interior de la PGR, la división de delitos origina de forma indirecta una competencia entre subprocuradores, que buscan destacar en la persecución de ciertos delitos”, comenta Joaquín Saucedo.
En la Ciudad de México, Genaro García Luna, director de la AFI, declaró: “Se plantea unificar en una policía federal a todas las corporaciones y que se sumen facultades jurídicas, logísticas, prácticas, a fin de tener mayor capacidad de operación y eficiencia”.
La práctica muestra que las delegaciones estatales buscan acercamientos con los alcaldes de los diferentes municipios para pedir el apoyo de sus policías preventivas, ante la carencia de personal suficiente y se firman convenios y crean comités de lucha contra el “narcomenudeo” y el tráfico de armas de fuego.
En teoría, la nueva policía trabajará en coordinación con el Ministerio Público Federal, así el afectado por un delito federal ya no tiene que ir a la agencia del Ministerio Público, sino que cualquier policía podrá atender la denuncia, iniciar la investigación, con los límites de realización, un cateo o la presentación de una persona ante un juez, si no se cuenta con una orden de la fiscalía.
Alrededor de la propuesta, Saucedo Flores cuestiona la efectividad de origen. “Es tiempo que en las universidades se busquen especializaciones, con todo respeto, ya no deben surgir más abogados “tutifruti”. Se debe analizar la situación, de lo contrario, de nada servirán las iniciativas para reformar la Ley, por muy novedosas que sean”, Concluye Saucedo Flores.