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México, DF.- En el país, 65 por ciento de las mujeres que hoy tienen entre 31 y 35 años inició su maternidad antes de los 25 años, mientras que de las de 46 y 50 años, fueron 73.4 por ciento de casos, lo que refleja un cambio gradual en la edad.
De acuerdo a un diagnóstico del Consejo Nacional de Población (Conapo), en México existen 26.6 millones de madres, con un promedio de 2.2 hijos por cada una. Explicó que el nacimiento del primer hijo, al igual que la unión o matrimonio, constituye un acontecimiento que marca la transición a la edad adulta.
Precisó que la probabilidad de iniciar la maternidad antes de los 20 años también comienza a reducirse entre las mujeres más jóvenes. Así, cerca de cuatro de cada diez mujeres (39.5 por ciento del total) nacidas entre 1953 y 1957 tuvieron a su primer hijo antes de los 20 años de edad, mientras que poco más de tres de cada diez mujeres (31.7 por ciento) de la generación 1968-1972 presentaron este comportamiento.
A pesar de este ligero retraso en el inicio de la maternidad, destaca que entre las mujeres más jóvenes poco menos de una de cada seis (15.2 por ciento) tuvo a su primer hijo antes de cumplir la mayoría de edad, explicó el organismo de la Secretaría de Gobernación.
Indicó que en todas las entidades federativas se ha reducido entre las mujeres de las generaciones extremas la probabilidad de transitar hacia la maternidad antes de cumplir 20 años de edad. Sin embargo, la intensidad de la reducción varía considerablemente de una entidad a otra, de modo que la desigual intensidad del cambio en la probabilidad de experimentar un embarazo adolescente ha favorecido un incremento en la brecha que separa a las entidades federativas, agregó el Conapo.
Detalló que los dos estados que presentan los valores extremos son el Distrito Federal y Chiapas. En el primero de ellos, poco menos de una de cada cinco mujeres, que integran las generaciones más jóvenes, inicia la maternidad antes de cumplir 20 años de edad, mientras que en el segundo dicha proporción es de casi una de cada dos (49.5 por ciento), añadió.
“Lamentablemente, los estados que más lentamente han disminuido la probabilidad de que se inicie la maternidad durante la adolescencia se encuentran mayoritariamente entre los que presentaban los valores más altos en las generaciones anteriores”, señaló Conapo.
Destacó que en México la probabilidad de tener el primer hijo antes de cumplir 20 años de edad entre las generaciones de mujeres nacidas entre 1968 y 1972 es similar a la que registraban las generaciones nacidas en el período 1953-1957 en esta capital y Jalisco.
Ello sugiere un retraso del promedio nacional de alrededor de 15 años respecto a estas entidades, especificó el organismo de la Secretaría de Gobernación.
Informó que en 18 entidades este rezago es aun mayor, ya que presentan probabilidades superiores a una de cada tres mujeres, y en seis de ellas es superior a 40 por ciento (Campeche, Tabasco, Nayarit, Oaxaca, Guerrero y Chiapas).
Sin embargo, gracias a la difusión de las prácticas de planificación familiar y lapsos de los nacimientos, el número de hijos que tienen las madres mexicanas se ha reducido significativamente.
Este indicador registró un promedio de cinco hijos por mujer en 1978, cayó a cuatro hijos en 1985, se redujo a tres hijos en 1993 y en la actualidad su nivel se estima en alrededor de 2.2 hijos, estimó. El Conapo agregó que la experiencia mexicana, como la de otros países, muestra que una vez que la transición de la fecundidad empieza su curso, el ritmo de descenso se acelera rápidamente.
“A medida que la fecundidad disminuye a niveles cada vez más bajos, las reducciones adicionales por año son cada vez menores”, subrayó.
Ello ha implicado reducciones significativas en la intensidad del segundo intervalo de nacimiento en adelante, especialmente entre las mujeres que iniciaron su fecundidad a mediados de los 60, refirió. El organismo agregó que las reducciones involucraron inicialmente a mujeres de paridades elevadas (cuatro hijos o más) y fueron seguidas, pocos años más tarde, por mujeres de las paridades reducidas.
