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Crece el alto riesgo de acabar con La Laguna

Luis Maeda Villalobos

Amable lector: ¿Qué le parecería ver flotar y esparcirse 600 mil toneladas de basura sobre el agua y que se infiltren los líquidos o lixiviados en la profundidad hasta contaminar el acuífero, que es la fuente actual por la que sobrevive y es sustentable el desarrollo regional?

Antes de contestar la pregunta, permítame recordarle algunos sucesos como antecedentes: Hace algunos días, en el norte del estado de Coahuila, concretamente a nivel de la ciudad de Piedras Negras, un río olvidado y seco con retorno mayor a los cincuenta años, bruscamente reclamó sus derechos y arrasó con viviendas y todo lo que encontró a su paso, de gente que había invadido el cauce del río Escondido.

Más de 38 víctimas y varias desaparecidas. Una pérdida enorme en muchos sentidos, incluso económico, por un desastre que se pudo haber evitado, respetando los cauces de ríos, lagos o lagunas. Otro caso que tampoco debe olvidarse, es el de los sucesos periódicos de inundaciones al cuadro bajo de Matamoros, Coahuila, como los del 16 de agosto de 1955 (libro del 80 aniversario de El Siglo de Torreón, página 111) cuyas aguas del río Aguanaval inundaron hasta La Cuchilla y Viesca. Posteriormente en 1996, varios pueblos del cuadro bajo en la desembocadura del río y Congregación Hidalgo, se inundaron junto a Las Vegas de Allende, El Pinabete y La Llanura de los ejidos Matamoros Dos, entre otros. Otro evento fue en el año 2000, cuando intervinieron las autoridades municipales de Matamoros, para levantar bordos y contener el agua.

Ante el panorama tétrico de ver flotando tal volumen de basura que se esparcirá en las aguas y la presunción lógica de la contaminación del acuífero principal, con las consecuencias graves del alto riesgo de exterminar con La Laguna de Coahuila y Durango y con las pruebas en la mano, fundamentaremos el serio pronóstico.

De ninguna manera es una falsa alarma, es tan sólo una advertencia a las autoridades de los tres niveles de Gobierno y específicas del medio ambiente y su protección y más que todo, de la protección a las familias laguneras...

Se tienen datos y conocimiento que a causa de que el río Aguanaval ha elevado su cauce en más de tres metros sobre el nivel del terreno original, por los azolves que se han ido acumulando a razón de cuarenta centímetros por año, se corre un enorme riesgo de inundaciones, en el cuadro bajo de Matamoros hasta Viesca.

La alta preocupación del fenómeno es porque llegará el momento en que a pesar de los bordos de contención en las márgenes del río, un volumen mayor a los 300 metros por segundo, será incontenible y ocasionará una gran inundación que afectará no sólo el cuadro bajo (que se encuentra a 1,160 metros sobre el nivel del mar), sino que arrasará las rancherías y poblaciones, al relleno sanitario privado de PASA, situado en terrenos de la comunidad rural Matamoros Dos; considerados como zona susceptible de inundación, según oficio No. B00.00.R08.07.0/032 de la Comisión Nacional del Agua (C.N.A.) del año 2001 y el del Instituto Mexicano de Tecnología del Agua (IMTA), No. B00.00.R08, que no tuvo el sustento técnico, lo que motivó la autorización para la construcción del relleno sanitario intermunicipal Torreón Matamoros.

Lo que quiere decir que a pesar de las advertencias, los munícipes de ese entonces firmaron el convenio con PASA –compañía regiomontana privada- convenio que jamás llegó al Congreso del estado para su aprobación y análisis, por lo que la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) y la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), no pudieron detener la obra.

El licenciado Lichtinger, entonces secretario, envió al Consejo Ecológico de Participación Ciudadana, A.C. y a los matamorenses opositores, un oficio con la consigna de que la única persona que podía detener la obra, sería el señor gobernador licenciado Enrique Martínez y Martínez, a quien se le envió una copia a Saltillo, cuya respuesta ha sido obvia, ya que la obra siguió adelante hasta la fecha.

La Contraloría Interna de la Comisión Nacional del Agua, junto a la Subcontraloría de Responsabilidades, Inconformidades y Atención Ciudadana, acuerdan en expediente No. D-057/2001, por la importancia que reviste este asunto: “Recomendar al titular de la Gerencia Regional de Cuencas Centrales del Norte de la Comisión Nacional del Agua, haga respetar la Ley de Aguas Nacionales y su reglamento, no permitiendo que se construya el relleno sanitario que pretende el Gobierno del estado, dentro de la zona federal que comprende brazos del río Nazas y del Aguanaval, conocida como La Vega del Pinabete y que es de custodia de la Comisión Nacional del Agua, por el alto riesgo de inundaciones, durante el tránsito de avenidas extraordinarias de agua”.

Ante el problema y situación emergente, con el pensamiento sabio de “saber para prever y prever para proveer, los valientes opositores matamorenses, el Consejo Ecológico de Participación Ciudadana de Torreón, A.C. y Laguneros por el Agua, A.C., en la búsqueda de soluciones y no de problemas, proponen lo siguiente:

1.- Que los medios de comunicación sean orientadores de la opinión pública y ciudadana, con las pruebas en la mano y evitar así la desorientación con el gambito de la libertad de expresión demagógica.

2.- Apoyar la construcción de las presas sobre el río Aguanaval en el Cañón de la Cabeza, que no es almacenadora sino controladora y rompepicos, la que además del papel de reguladora de las avenidas, evita las inundaciones como las anotadas arriba, con alto riesgo ahora. Esto permite la recarga de los acuíferos regionales y consolida las áreas de bajo riego. Por lo que respecta a la Presa del Tigre, en el municipio de San Juan de Guadalupe, Durango, se trata de una obra que en nada influye en el cauce del río y tiene un sentido humano por el beneficio que tendrán los campesinos más pobres del estado de Durango, con un aprovechamiento de 12 millones de metros cúbicos.

3.- Defender a La Laguna ante el alto riesgo de su exterminio. Es un deber ciudadano, ante los empresarios y el Consejo Lagunero de la Iniciativa Privada, que solapan a los acaparadores de tierras y aguas, los que por sus propios intereses son desorientadores, junto a las autoridades gubernamentales en el apoyo a una ignominia. En forma solidaria, los hacemos responsables de la afrenta a La Laguna, la historia será testigo.

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