Educación|En temporada de invierno aumenta el ausentismo
EL SIGLO DE TORREÓN
La emigración de los padres en busca de mejores oportunidades es otra condicionante
TORREÓN, COAH.- Las limitantes económicas siguen siendo la causa principal por la que alumnos del nivel educativo básico, abandonan sus estudios temporal o definitivamente.
De acuerdo con lo manifestado por el coordinador del Sector Poniente o Laguna Uno del sistema educativo estatal, Alfonso Torres Alfaro, el problema se agudiza en los planteles educativos que se localizan en colonias de la periferia, donde la crisis económica es más latente y las familias tienen serios problemas para acarrearse el sustento diario.
Según indicó, a partir de septiembre, apenas a un mes de haberse iniciado el periodo escolar, los inspectores de las distintas zonas que supervisan escuelas de dichos sectores de la ciudad, comienzan a reportar una disminución en la presencia de alumnos de primero a sexto grados de primaria.
En algunos casos, dijo, se trata de ausencias temporales que se incrementan sobre todo en la actual temporada decembrina, en la que algunas familias de escasas posibilidades económicas se organizan para la venta de diversos artículos en el mercado ambulante de la ciudad, actividades en las que involucran a los pequeños escolapios.
En situaciones más delicadas, los niños ya no regresan a los salones de clase y esto se debe a la emigración de los padres de familia a otras regiones del país o incluso al extranjero, lo que les impide seguir acudiendo a la escuela, así mismo otros factores como la desintegración.
Torres Alfaro indicó que a partir del presente periodo escolar, se hizo la recomendación a los inspectores escolares para que realicen visitas más continuas a las escuelas que tienen asignadas para labor de supervisión, y soliciten la colaboración de los padres de familia para que éstos realicen su máximo esfuerzo en evitar que los escolapios abandonen las aulas o falten constantemente.
Refirió que las ausencias temporales influyen negativamente en los índices de reprobación, pues no se da una continuidad en el aprendizaje y los niños encuentran muchas dificultades para avanzar en los programas establecidos para cada ciclo.
Por otra parte, se corre el riesgo de que disminuya la población escolar y por lo tanto, se reduzca el número de grupos y en algunos casos, hasta se determine la desaparición de planteles cuando éstos registran baja cantidad de alumnos.
Marcada inasistencia
Luis Antonio Esquivel García, inspector de la zona escolar 501, consideró que con la actual temporada invernal, se incrementa el ausentismo de los alumnos a las escuelas primarias, por el hecho de que algunas familias emigran a Ciudad Juárez.
En colonias del poniente de la ciudad como la Primero de Mayo, Compresora y Morelos, que son las que están bajo la supervisión de dicha zona escolar, hay casos en los que los alumnos se ausentan durante dos o tres meses.
El problema es cuando regresan a su lugar de residencia, pues para entonces ya fueron dados de baja y se tiene que hacer un nuevo trámite de inscripción; este comportamiento es regular en sectores en los que las familias tienen que trabajar en otras ciudades temporalmente para conseguir el sustento.
AUSENTISMO
Las escuelas primarias oficiales que se localizan en colonias de la periferia registran un marcado ausentismo temporal de los alumnos de todos los grados, aunque en algunos casos los niños ya no regresan a las aulas, principalmente por dificultades económicas de sus familias.
· Cada zona escolar supervisa entre seis y nueve planteles educativos; en algunos casos éstas aglutinan un máximo de tres mil alumnos.
· A partir de septiembre se comienza a reportar una disminución en la presencia de los alumnos, situación por la que grupos que iniciaron el ciclo escolar con 30 alumnos se reduce a poco más de 20.
· La deserción escolar promedio es de uno a dos alumnos por grupo cada periodo.
· Las autoridades están solicitando la intervención de los inspectores, para que generen conciencia entre los padres de familia y eviten las faltas constantes y deserción de sus hijos a la escuela.
FUENTE: Investigación de El Siglo de Torreón