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CARACAS, VENEZUELA.- El presidente Hugo Chávez calificó ayer de “fariseos hipócritas” a agencias de la OEA y de la Organización de las Naciones Unidas que han criticado sus políticas laborales y de derechos humanos y advirtió que defenderá su Gobierno “cueste lo que cueste”.
El Mandatario rechazó un reciente informe de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), que alertó sobre una “clara debilidad” en el Estado de Derecho en Venezuela; así como de un comité de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) que dijo planea ordenar el reenganche de trabajadores despedidos por apoyar un paro antigubernamental.
“Aquí hay un país soberano y aquí hay una Constitución, aquí no va a venir ningún poder internacional ni ninguna institución internacional inmoral” a decir lo que debemos hacer, afirmó en su programa semanal ¡Aló Presidente!
Calificó a la CIDH, organismo independiente dentro del sistema de la Organización de Estados Americanos (OEA), como “fariseos hipócritas que dicen defender los derechos humanos pero no emiten una sola palabra ante el bombardeo de una ciudad llena de mujeres y de niños y de civiles como es Bagdad (...), no dicen nada ante el secuestro del presidente Aristide que fue secuestrado por soldados estadounidenses”, agregó.
No es la primera vez que el Mandatario venezolano critica a esas organizaciones, así como ha cuestionado varias veces los bombardeos a Irak dirigidos por Estados Unidos y ha dicho que desconoce al gobierno de Haití que sustituyó a inicios de marzo al de Jean Bertrand Aristide, quien dijo que fue secuestrado.
“Nosotros tenemos que luchar por la dignidad, cueste lo que cueste y pase lo que pase”, dijo Chávez al insistir en que la “revolución” que dirige en el país “es pacífica pero no está desarmada (...) armada con armas de guerra dispuesta a defenderse” con el apoyo de las fuerzas armadas.
Chávez, que en sus cinco años de Gobierno dirige una “revolución” de ideas izquierdistas en el quinto exportador mundial de crudo, dice que las críticas de los organismos internacionales forman parte de una campaña en su contra.
Actualmente enfrenta la posibilidad de ser sometido este año a un referendo revocatorio de su mandato. Organismos y gobiernos extranjeros le han pedido que facilite la consulta, que espera por un informe final del órgano electoral.
El Mandatario también rechazó un supuesto informe de un comité de la OIT, agencia de la ONU con base en Ginebra, del que dijo supo por la prensa local y que supuestamente ordenará a Venezuela el reenganche de trabajadores despedidos por apoyar un paro general que buscaba la renuncia de Chávez.
“La OIT se puede ir a freír monos si le da la gana (...) El día que Tarzán de los Monos venga aquí y aparezca aquí (...) bueno vamos a reengancharlos. Nunca serán reenganchados”, se burló el Mandatario.
El militar retirado, que ahora celebra el dominio que tiene sobre la estatal Petróleos de Venezuela (PDVSA), despidió a unos 18 mil trabajadores de esa empresa por apoyar el paro que detuvo temporalmente las vitales operaciones petroleras entre diciembre de 2002 y enero de 2003.
La OIT investiga denuncias de persecución de líderes sindicalistas y de despidos de opositores al Gobierno.
