POR: FERNANDO SANTOYO TELLO
En el año de 1973 irrumpió en las pantallas de todo el mundo una película que se convertiría en un clásico del cine de terror y sobre todo en una de las cintas catalogadas como de las más atemorizantes de la historia, el filme era un drama diabólico llamado El Exorcista y estaba basado en la novela del mismo nombre de William Peter Blatty.
La historia era simple; una niña de 12 años (Linda Blair) es poseída por un demonio antiguo el cual se apoderó de su cuerpo gracias a la ouija, su madre (Ellen Burstyn) es una actriz relativamente famosa que no cree ni en Dios ni en el diablo, por lo que no cree posible lo que le pasa a su hija, a la par se encuentra el padre Karras (Jasón Miller) el cual cada día pierde más la fe debido a la muerte de su madre, son estos dos personajes junto con la ayuda de otro sacerdote de nombre Merrin (Max Von Sydow), el cual es el único hombre vivo que ha practicado un exorcismo durante su estancia en África años atrás, que tratarán de ayudar a la niña y expulsar al demonio que lleva dentro.
Esta premisa que aparentemente peca de sencilla dio un enorme éxito a sus productores y a su director William Friedkin (Contacto en Francia, 1971) y colaboraron a crear una histeria colectiva en todo el mundo; pesadillas, miedo y confesiones fueron algunas de las reacciones que produjo esta historia.
Los productores quisieron aprovechar el éxito obtenido con el filme y realizaron dos secuelas, la segunda parte es probablemente de las peores secuelas que se hayan hecho en la historia del cine y la tercera parte aunque mejoró nunca pudo igualar a la primera.
Es por esto que ahora en el 2004 y gracias a la moda de las precuelas en Hollywood llega El Exorcista: El Comienzo, el primer capítulo de aquella terrorífica historia que impactó a chicos y grandes en los años setentas y que con la promesa de igualar el miedo y la paranoia que creó la primera cinta retoma la historia del padre Merrin, aquel que ya había tenido un encuentro con el diablo en aquella ocasión y que fue a la ayuda de la pequeña Regan.
Aquí se cuenta el primer encuentro que tuvo el padre Merrin con el diablo durante los años cincuenta, en medio de una expedición arqueológica en la que se encuentra inmiscuido Merrin, que ha perdido la fe (al igual que el personaje del padre Karras en la primera parte) debido a los horrores sufridos en la segunda guerra mundial, hecho que obligó al sacerdote a dejar el hábito, en esta expedición descubre una antigua iglesia la cual se encuentra enterrada en la arena, ahí y gracias a este descubrimiento se desencadenará una fuerza maligna que hará que el padre Merrin retome su fe y tenga un primer encuentro con un antiguo demonio.
La historia sigue de forma un tanto inusual y con una vuelta de tuerca que se nota un poco forzada lo que se contó en la primera parte acerca del pasado del sacerdote Merrin, aquí interpretado por Stellan Skarsgard, y plantea como fue el primer exorcismo que practico el padre y lo que envolvió a este hecho, lo malo es que como buen producto de la parafernalia de Hollywood le agregaron elementos de un thriller común y corriente a una trama que pudo haber sido más sencilla.
El guión no es tan malo como lo fueron el de la segunda y tercera parte respectivamente, pero de ninguna manera supera al de la primera, las actuaciones son normales a secas (a comparación con El Exorcista en la que las actuaciones de todo el cuadro de actores fueron muy buenas, inclusive llegó a tener nominaciones al oscar en las categorías de Mejor Actor, Actriz y Actriz de Reparto).
La dirección tampoco es de lo mejor, el director Renny Harlin (que entre su filmografía cuenta con títulos como Duro de Matar 2, Riesgo Total, La Pirata y Driven) siempre ha sido un especialista en las películas de acción, por lo que es un novato en el género de terror y aunque sale más o menos bien librado su inexperiencia en el género se nota, además de plasmar su parafernalia y su obstinación por demoler cosas en una historia en la que el miedo psicológico y lo paranormal es más importante que la destrucción y uno que otro balazo que está de más en la trama.
Pero a pesar de todo esto la cinta cumple su cometido el cual es asustar, por momentos la historia genera verdadera tensión entre los asistentes, además de tener dos o tres escenas que espantarán a más de uno y aunque no supera ni se compara a la primera parte, la cual más que una cinta de terror era un drama psicológico sobre el bien y el mal, lo bueno y lo malo, aspecto que en esta precuela se olvido un poco, a pesar de querer implementarlo con el trauma que el padre Merrin tiene gracias a la guerra, no es tan mala y sobre todo es un filme que entretiene y espanta, punto a favor para las nuevas audiencias es que aquí se incremento el nivel de sangre y acción para capturar a las audiencias jóvenes,.
En conclusión es una opción para asustarse un poco, los verdaderos fans de la primera parte encontraran una precuela más o menos digna, o cuando menos mejor que sus secuelas, pero eso sí, es una cinta para verse en una sala de cine ya que en video perdería mucho del miedo que puede generar en la pantalla grande.
Título Oiginal: The Exorcist: The Beginning
Elenco: Stellan Skarsgard, Izabella Scorupco, James D´ Arcy, Remy Sweeney, Julian Wadham
Director: Renny Harlin
Calificación: **1/2
En 2 Palabras: Entretenida y Terrorífica
Mínimo * Máximo*****