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DAVOS, SUIZA.- El ministro de Asuntos Exteriores de la Autoridad Nacional Palestina, Nabeel Shaath, se quejó ayer amargamente en rueda de prensa en el Foro Económico Mundial de que el presidente de EU, GeorgeW. Bush, se olvidase del drama palestino en su reciente discurso sobre el Estado de la Unión.
Shaath se dijo pesimista sobre las posibilidades de avanzar en la consecución de un acuerdo de paz en un año de elecciones como es 2004 en Estados Unidos.
El dirigente palestino criticó, por otro lado, a su colega israelí, Silvan Shalom, por no haber aceptado tratar aquí la cuestión de la muralla que está construyendo Israel y que, según dijo, se va a tragar una buena parte del territorio palestino además de aislar pueblos enteros.
Sobre la supuesta negativa del primer ministro palestino, Abu Alá, a reunirse con su colega israelí, Ariel Sharon, dijo que tras encuentros anteriores que no llevaron a ninguna parte, se necesita la presencia de un tercero para garantizar que se llegará a algún resultado y agregó que el asunto del muro debe figurar sobre el tapete.
El ministro palestino reclamó un alto el fuego inmediato por parte de Israel así como la presencia inmediata de observadores para vigilar su cumplimiento.
Shaath recordó que el Alto Representante para la Política Exterior y de Seguridad de la UE, Javier Solana y EU enviaron en su día observadores.
El equipo debía haber incluido a observadores de EU, Rusia, la Unión Europea y las Naciones Unidas, los autores del Mapa de Ruta, pero el presidente de EU, George W. Bush, centró entonces su atención en Irak y no ocurrió nada.
El ministro palestino dijo que se reunirá en Ramallah el 28 de enero con el subsecretario de Estado de EU, John Wolf y expresó su esperanza de que venga “con una jurisdicción renovada” para un equipo de observadores, dijo, que debe involucrarse lo antes posible en el proceso.
En un debate sobre el conflicto árabe-israelí previo a la conferencia de prensa, Javier Solana señaló que tanto la Unión Europea como EU deben implicarse más directamente y llevar al terreno a los equipos de verificación para generar confianza entre las partes.
Solana defendió el plan de paz conocido como iniciativa de Ginebra, pese a que no tiene carácter oficial ya que ha sido negociado por personas que no están ya en ninguno de los dos Gobiernos y dijo que “es compatible con el Mapa de Ruta y muestra que es posible una solución”.
Ese plan “tiene un elemento pedagógico y debe servir para abrir un debate en la sociedad civil” de ambas partes en conflicto, que espera que se ponga fin de una vez a ese círculo infernal de violencia, dijo.
Sin embargo, Ron Prosor, asesor del Ministerio israelí de Asuntos Exteriores, negó que esa iniciativa representase realmente a la sociedad civil, dijo que era obra de “políticos” y se quejó de que hay en cualquier caso una proliferación de planes de paz.
El ministro de Asuntos Exteriores de Jordania, Marwan Jamil Muasher, se mostró partidario de revitalizar el plan de paz propuesto por los Estados árabes ya que garantiza la seguridad colectiva, la paz entre Israel y todos los Estados árabes y el fin del conflicto además de ofrecer una solución duradera al problema del retorno de los refugiados.
Muasher dijo que los Estados árabes deberían pronunciarse públicamente y con toda claridad en contra de los atentados suicidas porque son condenables “política y moralmente”, pero Israel debe cumplir también íntegramente el Mapa de Ruta y no plantear cuarenta reservas como las que tiene ahora.
La parte árabe debe quedar convencida de modo inequívoco de que Israel permitirá la existencia de un Estado viable palestino sobre la base de las fronteras de 1967.