El pastor metodista de la ?Casa Vida y Oración?, Ismael Pacheco Albarrán, y el sacerdote católico Mariano Alberto Villalobos Salas, director diocesano del Centro Billings, lamentaron el crecimiento de la prostitución en la ciudad de Durango y de manera coincidente criticaron las campañas oficiales orientadas a impulsar ?el sexo seguro?, el uso del condón y otras recomendaciones que sólo propician ?el libertinaje sexual?.
Ambos clérigos sostuvieron que ciertamente la prostitución es un mal presente en la sociedad; sin embargo, señalaron que es urgente que tanto autoridades civiles, sanitarias, educativas y religiosas ?tomen cartas en el asunto? para reducir los efectos de este tipo de situaciones que impactan en la armonía familiar y en el desarrollo de la juventud.
Durante entrevistas por separado, el reverendo metodista Pacheco Albarrán dijo que el llamado ?oficio más antiguo del mundo? se ha convertido en un problema grave en la ciudad de Durango, con efectos tristes como es la desintegración familiar, la pérdida de la dignidad humana y la recurrencia del pecado.
De hecho, además de los impactos en la vida familiar y social, la prostitución es mala porque representa violentar el sexto mandamiento de la Ley de Dios, que dice ?no fornicarás?, pero adicionalmente atenta contra otras disposiciones evangélicas, al momento de que se incurre en adulterio.
Las mujeres y hombres ?homosexuales- que ejercen esta actividad en su mayoría viven una vida de tristeza; hay casos desgarradores, aunque también hay que señalar que existen personas que lamentablemente ?les gusta? esta actividad porque no encontraron otra salida, apuntó el pastor.
EDUCACIÓN
El padre Villalobos Salas manifestó que ante este problema es necesario incrementar las acciones de educación sexual y la formación de valores entre los jóvenes, además de involucrar a los padres de familia en una mayor comunicación con los hijos.
Este tipo de problemáticas deben inspirar un consenso entre las autoridades gubernamentales, civiles y eclesiásticas para tomar ?cartas en el asunto? y reflexionar sobre las posibilidades de revertir este tipo de situaciones que atentan contra la dignidad de las personas.
