La impartición de justicia ni es oportuna ni expedita, y siempre puede más el poder económico que la razón y el derecho, es la opinión de un grupo de ciudadanos encuestados ayer.
Abogados y ciudadanos en general coincidieron en que falta una mejor y mayor capacitación a los jueces y supervisión a sus actos para garantizar que se apegan al cumplimiento de la ley.
Pedro Miguel Hernández Rodríguez, licenciado en derecho, habló de que hay acumulación de expedientes y que las sentencias son muy tardadas, por la falta de personal.
Otro detalle que evidenció es que hay amiguismo en la impartición de justicia, y que se requiere jueces con una trayectoria de postulantes, y que realmente tengan experiencia y práctica, no que lleguen sólo porque son conocidos de alguien.
Érick Meza Moreno, abogado, consideró que no es expedita la impartición de la justicia porque falta más personal en los juzgados, y que, como en todo, hay jueces buenos y también malos.
?Desde hace ocho años comencé a tramitar mi divorcio, y lo acabo de tomar porque perdí la esperanza de que mi esposo destine una pensión para mi hijo; y espero que la decisión del juez se apegue a derecho?, dijo la señora María Elba García Gurrola.
La señora Magdalena Herrera García estableció que hay atropellos a la ciudadanía por parte de la actuación de los policías ministeriales que se llevan gente inocente, y quien sí hace cosas ilegales ni lo molestan.
La maestra María de Jesús Cabrales Hernández resaltó que en casos particulares que ha enfrentado no ha habido apego a derecho, aunque reconoce que la esperanza que a una persona le queda son los magistrados, que son los que revisan las sentencias de los jueces.
?Afortunadamente la palabra de un juez en los municipios no es la última palabra; queda el Tribunal Superior de Justicia para que el expediente se revise bien y la sentencia sea justa?.
